"Visita"
Ha pasado una semana desde que fuimos a visitar a Hadley y todos estos días he estado con ella, en su proceso, es díficil ya que contar lo que le sucedió no es nada grato. Ayer la dieron de alta y la acompañé a su casa, su madre Stefania, me recibió con los brazos abiertos y me sentí bien al saber que era de su confianza.
Hoy me levanté con muchos más ánimos de los normales, me vestí con el uniforme como de costumbre y baje con mi mochila en mano. Ya todos estaban entrando al sus salones, saludé a Nolán e Ivy, a Derek solo le sonreí con vergüenza, no me acostumbro al que nos estemos mirando de una manera más pícara.
Llegó a la última fila para llevarme la gran sorpresa que el puesto que ocupo al lado de Max está ocupado por una chica de cabello rojizo. Zue.
—Eh..hola— saluda con una sonrisa extraña.
Max se encuentra a su lado y al parecer estaban hablando muy gustosamente.
Ignoro el saludo de Zue y me siento en mi antiguo puesto junto a Daniel, que al notarme me hace una mueca.
—¿Que haces aquí?— cuestiona cerrando su cuaderno muy fuerte.
Lo miro incrédula.
—¿No es obvio? La zanahoria se me ha adelantado— susurro para no ser tan insolente.
Ojea en dirección a mi espalda, frunce el ceño y vuelve sus ojos hacia mí con molestia.
—¿Te vas a dejar quitar el puesto?
—No voy a formar un problema por un asiento— admito poniendome en posición de descanso y cerrando los ojos— además yo no estorbo aquí y Max no es que sea muy buena compañía.
—Si, pero lo veo muy a gusto con Zue—Su comentario me hace girarme haciel ellos.
Están hablando y riendo al tiempo. Me muerdo la mejilla interna, no quiero demostrar que si me molesta porque yo estaba ahí primero y ella vino a quitarme mi lugar para ser más simpática con el pelirrojo.
—No me molesta.
—¿Segura?
—Segurisima.
Nos quedamos en silencio cuando llega el profesor y por un intento por sacar conversación comienzo el interrogatorio.
—Si eres tan amigo de Javier ¿Por qué no están en las mismas clases?
Me mira con altivez, está claro que no me soporta.
—Porque antes nos llevábamos mal y tuvieron que cambiarme a mi, luego de ahí quedamos separados.
—¿Cuantos años tienes?
— Venticuatro. Ahora cállate que quiero prestar atención— me pone la mano en el rostro para alejarme.
—Solo una pregunta más, por fis— le ruego haciendo un puchero muy impropio de mi.
Rueda los ojos y quita su mano.
—Me agradabas más cuando eras más odiosa— masculla copiando lo que el profesor escribe en la pizarra— me gusta el sonido que haces cuando te callas.
—¿Si o no?
—Si.
—¿Hasta qué edad se estudia aquí?
—Esto es como una universidad así que depende de lo que estudies en si, pero se sale a los 26 años— aclara ya con fastidio— si eso es todo quiero que dejes de hablarme y hagas como si no estuviera aquí.
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Elementos: Guardianes De El Mundo
Science-FictionLa vida me ha enseñado que hay que vivirla, disfrutarla y divertirse en el camino, que no todo es para siempre y hasta el árbol más fuerte puede caer con una simple brisa. De la muerte he aprendido que es impredecible y que puede tocar la puerta de...