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"Equipo"


¿Crees en la madre naturaleza? ¿Creerías si te digo que no existe y que si lo hiciera sería yo?

Puras boberías, porque si yo fuese la madre naturaleza no hubiera matado a personas, si lo fuera no amenazaria a un soldado dejándole un marca que jamás podrá quitar, si fuese la la madre naturaleza no estuviera a punto de matar a un animal.

Apunto con la flecha lista para salir y atravesar el siervo que está pastando en la pradera, aprieto los dientes y la suelto, atrapa al animal y le quita la vida al instante, salgo de mi escondite y lo monto en mi espalda para llevarlo al río.

Cuando llegó Hela y Mylo se acercan corriendo a mi, se ven felices.

«¡Comida!»

«Dame la pierna, a Mylo puedes darle la cola»

—Cada quien tendrá partes iguales para que no discutan— les digo bajando el cadáver a una roca cerca de el agua.

Veo a los humanos que todavía siguen aquí, el niño está jugando con una lagartija y la chica cocina sopa enlatada. se dieron un baño y se ven mejor sus facciones. El niño es de piel blanca y de cabello dorado liso, ojos azules y tiene una sonrisa muy tierna, la chica es todo lo contrario, Piel pálida con pecas en sus pómulos, cabello rizado y castaño, sus ojos son miel. Se ve que es de mi tamaño un poco más baja. 

Vuelvo mi vista al siervo que tengo que limpiar.

*

Me ato el pelo para poder cocinar sin distracciones, empalo la carne lista para ponerla en la llama que empieza a crecer, me lleno de orgullo al ver la fogata que hice yo sola. Fue difícil pero lo logré. Los perros se fueron a explorar, los mandé a que se fueran a tomar aire mientras yo hacia la comida. la verdad es que no quería que se burlaran de mi cuando intenté hacer el fuego.

La carne se cocina y saco las partes que ya están listas, justo para cuando los cachorros llegan.

—¿Como les fue?— pregunto al ver que traen algo en sus bocas.

«Fuimos a la casa y encontramos esto»

Hela me entrega un cinturón de armas, luego Mylo me da un papel doblado. Los hago a un lado y les sirvo su almuerzo que comen gustosos. Tomo dos pedazos más y en una hoja los colocó. Me levanto y me dirijo hacia los chicos.

La chica al notarme se pone seria, algo me dice que no le causo buena espina, bueno ¿A quien? Si soy muy pálida, mi cabello es abundante y largo y mis ojos causan terror, a todos les causo cierta incertidumbre. 

—Hola de nuevo — me siento en uno de los troncos— quise compartir esto con ustedes.

Le extiendo la hoja y como la última vez no sé mueve, pienso que no la va a tomar, pero agarra la comida y vuelve a su lugar rápido. El niño se mantiene jugando, pero la chica lo llama para comer.

—¿Eres de por aquí?— habla la chica, pensaba irme pero eso significa estar toda la tarde sola.

—No, solo estoy de paso — le respondo jugando con la tierra, no me gusta hacer contacto visual por la impresión que causo en las personas— ¿Y ustedes, de donde son?

Elementos: Guardianes De El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora