Elementos: Guardianes De El Mundo

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"¿Escapando?"

Me quedo estática, y Derek también, mirando hacia la puerta, viendo a la persona que entró con los puños apretados y lágrimas en los ojos, es una chica pelirroja con cabello ondulado,  está llena de barro y mugre, la vi en mi clase.

Me quito rápido de encima de el pelinegro que se reincorpora.

—¡Lo sabía!— grita la chica— ¡Me estas siendo infiel con... La.. la nueva.

—No te estoy siendo infiel porque no somos nada, novios no, tu no quisiste que lo fuéramos hasta que te lo demostrara— réplica Derek.

—¿Entonces si te estás revolcando con ella?

— No— responde serio — solo tengo ojos para ti.

La chica rompe a llorar negando con la cabeza, se tapa la cara con las manos, no sé cómo pararme. Quisiera que... No se... ¡Salir corriendo a por cigarros y no volver! Si. Eso voy hacer.

—¡Mentira! Yo los vi, se iban a revolcar, ella te invito a su habitación para eso— Ay no.

—¡Yo no! El se invitó solito y no estábamos haciendo nada— hablo y no me mira con odio o repudio sino con tristeza.

—Ya no mientan por favor— vuelve a decir — Derek, te entregué mi corazón ¿Como puedes pagarme así?

—No-estabamos-haciendo-nada— le digo entre dientes y Derek me pela los ojos para que me calle.

—¡Eres una arrastrada! ¡Roba novios!— ataca caminando a la puerta — ya vas a ver qué no duras mucho aquí.

—Dilo— la detengo— Dilo pero para ti... Que lloras por un hombre, valorate al menos.

Corre al pasillo y Derek la persigue.

—¡Zue!— lo oigo llamarla.

Quedo sola en mi habitación, con el corazón acelerado por el susto de la chica. Recopilo todo lo que pasó y la entiendo por completo, nos encontró arriba de la cama en una posición comprometedora, agitados y sonriendo ¿Si vieras una imagen así, que dirías sobre ella? Que se van a acostar ¿Verdad? Bueno, pobre Zue.

Derek no pudo arreglar las cosas con Zue y lo que nunca fueron se destruyó, el chisme se riega como pan caliente y a mitad de semana todo el centro hablaba de la supuesta relación de amantes que tenía yo con el musculoso. Entré a clases y todos me repararon, no decían nada, solo veían como caminaba hasta mi puesto. Ya Daniel estaba ahí con su libro, lejos de este mundo, al parecer era mi nuevo compañero de asiento y no me molestaba por ser tan silencioso.

Aunque en las prácticas era una piña en el trasero, exigía muchas cosas que no todos podemos dar. No nos puede decir que volemos si ni siquiera sabemos correr, se me hace muy pesado por el lado de mandón. Muy diferente a Javier que impone autoridad pero le tenemos más confianza y es...agradable conmigo.

Confío en que está semana terminará bien y estoy muy emocionada porque ya terminaron con los exámenes de Hela y Mylo y por fin los veré. Estaban en observación, no se permitían vistas y hoy podré reencontrarme con ellos que deben de estar más desesperados que yo.

El amor que les tengo, es el más leal que he dado. No como esos tipos de amor que hay hoy en día, como los que creen que se puede decir Te amo a cualquiera, en realidad, pienso que el Te amo debería de decir en el momento que sientas que en verdad amas a esa persona, no porque lo tengas que decir, si no sientes ese sentimiento, es mejor ni pronunciar un Te quiero. Nada no digas nada, que cuando te nazca valdrá la espera.