Elementos: Guardianes De El Mundo

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"Decepción"

5 días después.

Escribía, si eso hacia, tenía que entregar un trabajo de todo lo que había visto en estos dos meses y medio que he estado en cobra, ya me dolía mucho la mano pero quería terminar.

Y mientras hago eso les doy un resumen de todo lo que ha pasado, a la mañana siguiente luego de mi cumpleaños no encontré a Max, ni lo vi al medio día ni en la noche que fue cuando me dieron de alta. Los que me buscaron fueron Ivy, Nolán y Javier, si, me trataron bonito, e Ivy no dejaba de llorar.  Al siguiente día fui al juicio de Elena y su grupo donde yo era la victima y eso no me gustó, ser el centro de las miradas no me agradaba y más cuando juzgaban mi aspecto ¿Que puedo decir? Tengo la cara llena de moretones que no puedo sanar gracias a que Federico está investigación sobre cómo sano humanamente.

Que de paso ha estado tomandome muestras de sangre a cada día. El juicio terminó en darle 8 años en la cárcel, no me parecía suficiente castigo, pero el karma llega y tiene mi nombre. El resto de los días han sido horribles, el dolor que tengo bajo mis cenos es punzante y es la única herida que me fastidia todo el tiempo. Derek ha estado conmigo todo el tiempo, cuidandome y haciendo todo lo positivo por tenerme bien, es un gran chico y me he dado cuenta que lo quiero, lo quiero muchísimo.

En cuanto a Max, solo me dice un "hola" cuando me ve y ya, no me busca conversación y se ha portado extraño, distante e indiferente. Estoy tan confundida, en el hospital el me trató tan bonito y que ahora yo llegue a una habitación y él se vaya no es bueno.

¿Dije algo malo? ¿Que hice? No sé qué hice, si alguno de mis comentarios no le gusto o qué, qué.

Ayer me le acerque y le dije: Solo estábamos jugando ¿Cierto?. A lo que el me contestó con un "Si, solo jugábamos" y ya, metió la excusa que tenía cosas que hacer y me dejó ahí. Ya se para no volver a hacer bromas así.

—¿Quieres ir a comer hoy en la noche?— preguntan y me giro para encontrarme con un recién bañado Derek de sonrisa encantadora.

Le sonreí dejando el lápiz en la mesa, estaba en el patio sentada en una de las mesas que había al aire libre.

—¿A donde?—pregunté yo devuelta recogiendo todas mis cosas para guardarlas en mi mochila.

—¿Sabes dónde queda el restaurante que está cerca de el río?

—Si ¿El que tiene rosas de centro de mesas?— si lo recordaba había pasado muchas veces por ahí cuando iba a la casa de María.

Derek asintió, comenzamos a caminar, yo caminaba lenta ya que si me esforzaba podía perder los puntos de la herida y esta se terminaría abriendo.

—Nos vemos allí a las 7 ¿Si va?— parecía un niño cuando en ese momento.

—Si va— dije, me dio un beso en la mejilla para desviar su camino hacia la cancha mestiza, yo aún estaba de reposo así que me fui directo a mi habitación.

Mientras  subía las escaleras sentí una mirada pesada en mi nuca, me rote para ver atrás, pero no vi a nadie que me mira tan fijamente para fusilarme el cuello, solo había gente de un lado a otro con el atareo de las tareas que había que entregar. Me encogí de hombros para seguir mi camino.

Al llegar estaban mis perritos afuera disfrutando el paisaje que el tiempo nublado podía ofrecerle, era todo gris pero para mí era perfecto.

Escuché por allí que las nubes grises también forman parte del paisaje y que razón tiene esa frase que, aunque me guste la primavera de vez en cuando hay que descansar de el brilloso sol y de el calor.