"¡Quítate la venda de los ojos!"
Max
Un incesante dolor de quemazón me invade el pecho, he estado así desde que empezó la operación ya hace dos horas y se me hace imposible esperar más, quiero una noticia, algo que me quite este raro sentimiento que me abarca completamente. No se lo que siento, pero sé que es malo, porque es egoísta y solo pretende una cosa; cosa que no diré por ahora.
Miro a mi alrededor, ojeando las cosas de la pelinegra, desde su cama de colores neutros, hasta el armario lleno de ropa negra y gris. Es tan simple que me da aburrimiento en solo pensarla. Algo en el balcón me llama la atención y son las pequeñas flores de distintos colores que florecen ante mis ojos, una pequeña sonrisa se me escapa, sé que ella se pondrá bien.
Hela y Mylo se me quedan viendo cuando rozo los pétalos de una flor roja, esto es ridículo, yo el elemento de fuego, viendo la belleza de las flores que crea la chica que quizás lo vuelve loco.
— Escabullendote en una habitación ¿Eh?— una voz hace girarme, veo a María de pie en el umbral con los brazos en jarras, su ojos azules están cristalinos y algo me dice que vino aquí por lo mismo que yo.
—Solo queria saber más sobre ella— comento sentándome en la orilla de la cama.
María se sienta a mi lado y me acaricia la espalda, ella se ha portado tan bien con nosotros que creo que es una de las personas más cercanas a mi.
—¿No la odiabas?— Inquiere con una ceja enarcada.
—Claro que la odio— resoplo— pero no la puedo odiar si está inconciente en una cama, postrada como un vegetal, quiero un enemigo fuerte, no esto.
Quiero que me haga pelea, que me grite y me diga todos los insultos que tiene, no que esté luchando por su vida y yo esté esperándola en su habitación, no quiero eso.
—Los jóvenes son tan complicados— opina— Antes, el amor se profesaba a los cuatro vientos, mandaban cartas de cuatro mil palabras diciendo Te amo dos mil veces. Se juranban promesas y se cumplían cada una de ellas, así fuera imposible ¿Pero sabes algo, Max? Para el amor nada lo es. Solo hay obstáculos que debes pasar, uno más díficil que el otro, pero al fin y al cabo el amor lo podía todo, desde mover montañas hasta rescribir las estrellas. Así que no me digas que la odias cuando es todo lo contrario, no digas que la aborreces cuando sabes que no es así ¿A que le temes, Max? ¿A que te rechace? ¿A que se burle de ti? Son tantas preguntas y no sabrás las respuestas si no lo intentas, la vida se trata de tomar riesgos.
Pienso y pienso, no sé si estás palabras sean la gran revelación que me quite la venda de los ojos, pero de que algo hizo, algo hizo. Al parecer María me ha estado observando y sabe que me reprimo cuando se trata de ella.
—Estas diciendo que ¿La amo?— pregunto incrédulo y ella asiente— No la amo, María, eso es ridículo, ella tiene a Derek y es feliz.
—No todo es para siempre, nada lo es— Tajó de manera inmediata— Cuando esa relación termine, tú tendrás oportunidad, solo debes de tener paciencia...
Era verdad, esa relación rara no iba a durar para siempre, pero yo no iba a esperar a que terminaran, no sería paciente, no, yo mismo me encargaré de que se separen por completo.
Yo mismo me daré la gran oportunidad.
★
—La trasladaron al hospital de la ciudad — me dice Nolán después de preguntarle por Aurela— La operación salió bien, pero está muy delicada y deben monitorearla.
Ya la noche ha llegado y el frío nos hace temblar, Ivy tirita a nuestro lado con la mirada perdida.
—Mañana iremos a visitarla— dice la peliazul— ¿Vas a ir con nosotros?
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Elementos: Guardianes De El Mundo
Ciencia FicciónLa vida me ha enseñado que hay que vivirla, disfrutarla y divertirse en el camino, que no todo es para siempre y hasta el árbol más fuerte puede caer con una simple brisa. De la muerte he aprendido que es impredecible y que puede tocar la puerta de...