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"Recuerdos"

Dudo en abrir la puerta, el corazón se me acelera y no se el por qué. Si es Max lo voy a mandar a comer barro porque no lo quiero aquí. Abro la puerta con desdén y emoción a la vez, y si, resulta ser el.  Su cercanía me mantiene alerta y con rabia trato de cerrarle la puerta en la cara. Pero su mano ejerce la fuerza suficiente para abrirla y entrar sin mi permiso.

—No eres la única que tiene fuerza aquí— opina posicionándose a mi lado.

—Fuera— lo corro abriendo la puerta de par en par.

—Nop

Se adentra más a la habitación y se detiene en seco cuando ve a los perros acostados afuera viendo la lluvia caer, no se están mojando gracias al pequeño techo que hay antes de salir.

—Si no te vas les voy a decir que te arranquen una pierna— lo amenazo.

—No eres capaz — me enfrenta y tiene razón, no puedo porque no ha echo nada con que pueda justificar el ataque.

—¿Que quieres?

Emboza una sonrisa ladina al ver que si, no soy capaz.

—Vine a aclarar las cosas contigo. 

—No hay nada que aclarar.

—Claro que si— impone dando un paso hacia mi.

—No pienso escucharte— Tengo que correrlo de alguna manera.

—Pues lo harás; me escucharás— me da un empujón brusco y caigo sentada en la cama— Estuve en la cabaña ese día, más no los mate. Solo estuve ahí, precencie el acto, más no lo cometí. 

Inhalo y exhalo con fuerza, me está dando explicaciones que no pedí.

—¿Quien fue?— pregunto, quiero saber quién es el siguiente en mi lista de muertos.

Max aprieta los labios, no me va a decir  lo sé. Repiqueteo el pie en la madera de el piso, impaciente por su respuesta que no llega.

—No me lo dirás ¿Verdad?

—No. Ya te dije suficiente con decirte que no fui yo.

Hace un ademán de irse pero lo detengo con las dos manos en su pecho,  tal acto hace que me tense al sentir lo bien trabajado que está su torso.

—No te irás hasta que me digas quién fue, porque si no seguiré viéndote a ti como un asesino — me humecto los labios.

— Burro hablando de orejas— me aparta las manos con suavidad— yo no soy ningún asesino, no como tú, yo no he matado a nadie en esta vida, tú si..

Sus palabras están llenas de veneno, hacen que el remordimiento llegué como un balde de agua fría, y así quedó cuando se va; fría. 

Con ira abro la puerta que da al patio y corro por el patio hasta que las piernas me arden y caigo de rodillas en un charco de barro que me termina de empapar.  Pego un grito al cielo que la lluvia no deja escuchar.

¡Lo odio! 

Pero más me odio a mi misma. ¡Ah! Como quisiera no sentir ese nudo en el estómago cada vez que me dicen esa palabra: Asesina. Si antes yo me definía de esa manera pero ahora que estoy en Cobra es tan difícil que las personas entiendan que lo hice para poder sobrevivir. 

Elementos: Guardianes De El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora