Capítulo 53: El verdadero héroe.

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No se tienen registros, orales ni escritos o transmitidos, sobre lo que ocurrió aquel año. De hecho, ni siquiera se tiene una fecha exacta; un evento misterioso que ocurrió en la antigua China, tratado de explicar por los años y décadas…

La destrucción del Templo shaolin al sur de Fujian.

Todo lo que se tiene son las memorias de los 5 únicos sobrevivientes a ese evento: Fung To-tak, Chi Shin, Pak Mei, Mui Hin, y… por supuesto, Ng Mui.

Todo lo que se tiene son las memorias de los 5 únicos sobrevivientes a ese evento: Fung To-tak, Chi Shin, Pak Mei, Mui Hin, y… por supuesto, Ng Mui

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– ¡Uno, dos, tres, cuatro! ¡Defensa, palmada, defensa, palmada! ¡Otra vez!

El sol, desde su punto de elevación de media tarde, golpeaba con fuerza aquel campo de entrenamiento en el monasterio: las piedras del piso, árboles y arbustos que decoraban el lugar, el mismo patio, y por supuesto a los jóvenes que entrenaban.

Sentado en las escaleras del templo, el maestro budista principal daba las órdenes que los jóvenes tenían que realizar, mientras un grupo de adultos mayores los supervisaban. Observaban y corregían los movimientos y posturas de los jóvenes y niños, acompañados de un golpe de vara de vez en cuando.

Se podría decir que estaban divididos en 2 grupos: el más alejado del maestro principal, era de hombres confirmados por jóvenes adolescentes y niños; el segundo, más cercano al templo, era solo de mujeres niñas, de 8 o 10 años de edad.

Entre ese segundo grupo, hubo una figura que llamó la atención del maestro principal: realizaba todos los movimientos con suavidad y una sonrisa, aunque cada tanto tarareaba una canción como si estuviera jugando; el maestro principal ya había hablado con ella por eso, poniéndola justo frente suyo para corregirla, pero siempre hacía eso.

Por primera vez en 5 días, que fue la última vez que le llamó la atención, el maestro alzó la voz con furia:

– ¡Wing-wah*, deja de jugar!

– ¡Ahhhhhh--! ¡Qué no soy una grulla chillona!

¿Su nombre? Ng Mui Daai Si. Quien en el futuro, muchos años después, sería llamada como la mejor maestra de artes marciales en la humanidad…

– ¡Ahora mismo lo estás siendo, Wing-wah! ¡Deja de jugar y esfuérzate!

– ¡Me estoy esforzando… viejo pelón!

– ¿¡Cómo me llamaste!? ¡Atrápenla y rapen todo su cabello!

– ¡Ahhhh! ¡N-No se atrevan!

… Pero ahora no. Ahora solo era una niña de 10 años; hiperactiva, desafiante, nada respetuosa y maleducada. Muy lejos de ser un ejemplo a seguir.

Los maestros corrieron detrás de ella para alcanzarla; muy veloz pero con poca práctica, de manera que la atraparon. Un par de azotes con una vara, navajas que rebajaron la poca cabellera que le quedaba, y de nuevo en medio del grupo de estudiantes, para anunciar su condición vergonzosa.

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora