Capítulo 89: Mujeres de guerra

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– ¡Batalla de guerreras! ¡La batalla decisiva para ver qué mujer bélica se queda en la cima!

A pesar de la sorpresa de la mayoría de los espectadores al dar a conocer las nuevas peleadoras así como por la confusión respecto a la decisión de la pelea anterior, todos tenían el mismo sentir.

– ¡Qué emocionante…! – gran fervor por la nueva batalla.

– ¡Atenea, la diosa de la guerra, contra Jeanne D'Arc, la guerrera de Dios! ¡No esperaba que fuera a suceder este encuentro!

– ¡Además que ambas son tan lindas~!

En el palco de los humanos, los principales atentos eran los grandes estrategas en la historia militar humana: Alejandro Magno, Aníbal Barca, Gengis Khan, Julio César y Napoleón Bonaparte.

– No… ¡No puedo creerlo! – Bonaparte con amplia sonrisa se quitó el sombrero en señal de respeto – ¡La heroína de mi hermoso país! ¡Por fin podré verla en combate!

– ¿Tu heroína? – Barca se rió por lo bajo – No estás hablando en serio, ¿O si?

– ¡Solo es una niña! – exclamó Khan con una risa estridente.

– No debemos juzgar… Ya lo aprendimos. – respondió Magno con los brazos cruzados – Mucho menos ahora que veremos… Una verdadera pelea de estrategia militar y combate físico.

– Supongo que tienes razón… ¡Ya lo has dicho! – Khan tomó de su plato de fideos – Será una niña, pero seguro tiene sorpresas… Espero que tenga buenas sorpresas.

– ¿Hasta cuándo seguirás comiendo? – le preguntó Julio César con una ceja levantada.

– La verdad no sé. Yo sigo tomando platos desde que es gratis.

– … ¿Es gratis?

Entre los pasillos del coliseo en el lado de los humanos, la figura masculina de un hombre muy alto y con cuerpo deteriorado se asomaba, intentando permanecer en la oscuridad para no ser detectado, pero incapaz de no ver el combate que estaba por ocurrir…

Gilles de Rais, el demonio de Francia que, curiosamente, convivió con la doncella de Orleans en carne y hueso; por eso mismo, a pesar de su apariencia de demonio, el hombre no podía estar sin ver la batalla de su general…

Heimdall bajó la mano al suelo para indicar el comienzo de la pelea:

– ¡¡PELEEN!!

Atenea soltó una risa baja mientras se llevaba el micrófono a los labios.

Así que ya podemos empezar, mi linda Juanita… ¡Excelente!

De inmediato la diosa dejó el escudo en el suelo y salió corriendo en dirección a Jeanne, apretando su micrófono junto a sus labios; tal acto sorprendió bastante a la humana.

– ¡¿Qué…!? ¡Atenea sin dudar es la primera en atacar a la doncella de Orleans!

– ¡¿Qué está haciendo!? – Ares se llevó las manos a la cabeza – ¡No me digas que va a…!

– Parece que hará "eso". – concordó Hermes, recién llegado después de tocar la música en la presentación de su hermana.

– ¿Huh? – Syf miró a ambos con rostro dudoso – ¿De qué rayos están hablando?

Atenea avanzó con total confianza y mucha velocidad, tomando por sorpresa completa a Jeanne quien apretó sus armas mientras concentraba sus ojos para prepararse a atacar en el momento indicado…

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora