Capítulo 77.1: Festival de Otoño. Luna llena

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En las profundidades del abismo de los muertos, más allá de los dominios de Hades, rey del Inframundo, y de los poquísimos dioses que pueden controlar y gobernar las almas. Más profundo incluso que la prisión del Tártaro…

En Nilfheim, el descanso eterno de las almas, había una reunión.

Una reunión muy vacía, a decir verdad, donde un pequeño puñado de almas se sentó a la mesa en la sala Eljudnir. Los demás habían abandonado el palacio, guiados por Modgud, por meros caprichos; en cambio, otros pocos decidieron quedarse en la sala…

Los presentes se quedaron para observar la séptima batalla del segundo Ragnarok, el primer encuentro entre dos diosas.

Entre ellos Brunhilde y Siegfried, los trágicos amantes del Valhalla; la valkiria con notables nervios se apretó al pecho de su amado lo más posible, lo mismo que Siegfried…

Entre ellos Brunhilde y Siegfried, los trágicos amantes del Valhalla; la valkiria con notables nervios se apretó al pecho de su amado lo más posible, lo mismo que Siegfried…

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– ¿Más vino, mis señores?

Estaban tan juntos y concentrados que se asustaron y dieron un respingo ante la repentina pregunta.

Era otra de las sirvientas de Hela, Gjöll: sus ropas oscuras y fantasmales estaban mojadas, su cuerpo voluminoso pero pálido resplandecía. Sus mechones de pelo oscuro empapados delineaban su rostro; sus ojos pálidos y oscuros contrastaban con su piel blanca.

Se suponía que debía cuidar de un río que rodea el palacio de Hel, pero desde el primer Ragnarok ahora debía llenar las copas de las almas invitadas. Al no obtener respuesta, agitó su botella de vino para llamar la atención de los amantes.

¿Quieren más vino, mis señores?

– ¡No, no…! Muchas gracias Gjöll.

– … De acuerdo…

Sin muchos ánimos, la mujer continuó su camino, dejando un camino de agua a su paso que llamó la atención de Siegfried. Sus ojos se alzaron y siguieron a la mujer durante unos segundos, aunque fue malinterpretado por Brunhilde.

– ¿Así que te gusta ver a una mujer mojada?

– … ¿Eh? ¡No, claro que no…!

– Entonces, si estuviera mojada, ¿Tendría tu atención de nuevo?

– Sí, por supuesto.

Los demás invitados de Nilfheim tenían caras serias y se interesaban por el desarrollo del combate; en particular, un par de matrimonios, que se supone eran los primeros huéspedes de Nilfheim en pasar sus vidas en el olvido eterno…

– Cariño… Eso se parece mucho a lo que estabas pasando.

– Sí, así es. Del mismo modo, parece que sólo el veneno le hace daño…

– ¡Entonces la humanidad tiene una oportunidad!

– … Cierto. Aún más ahora que el tonto de Loki ya no está para hacer travesuras… Ahora tienen una mejor oportunidad de ganar.

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora