Capítulo 56.2: Oscuridad en el Olimpo

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La relación entre Zeus y Hera comenzó hace mucho tiempo… mucho tiempo antes de la Gigantomaquia y la Titanomaquia…

Durante el tiránico gobierno de Cronos, Zeus y sus hermanos fueron subyugados a obedecer a su padre como esclavos. Una infancia para Zeus muy oscura, en especial por ser el menor; el más débil y emotivo de ellos…

Hasta que Hera apareció.

Hera formaba parte de una nueva descendencia de dioses creada por los Titanes, siendo ella también la menor de un cuarteto de hermanas: Hestia, diosa del fuego, del calor y la mayor; Asteria, cautelosa diosa de la profecía y el misterio; Démeter, guardiana de la naturaleza con carácter fuerte y solitario. Hera fue nombrada diosa del hogar, con una actitud cálida y amigable que podría enamorar a cualquiera… aunque con toques posesivos, ataques de celos y facilidad de perder la cabeza que alejaban a todos.

Las 4 hermanas fueron creadas por los Titanes para emparejarlas con los 4 hermanos, hijos de Cronos, y crear una nueva descendencia que pudiera titeretear a su gusto. Con esto, se dió el primer encuentro entre los grupos de hermanos:

Hades y Hestia se volvieron mejores amigos, siendo que ambos entendían muy bien el cuidar las espaldas de sus irresponsables hermanos menores…

Adamas fue cautivado por la belleza de Asteria, pero la actitud tímida de la diosa le mantuvo fuera de su alcance; incluso con episodios de miedo…

Démeter y Poseidón se odiaron desde el primer momento que se conocieron, aunque sus gustos por la perfección los acercaban algunas ocasiones…

Hera y Zeus fueron los únicos que cumplieron los estándares de los Titanes: desde que se vieron la primera vez, se enamoraron uno del otro.

Algunos momentos románticos después, incluyendo tonterías de Zeus que enojaban a Hera o tonterías de Hera que sacaban las risas de Zeus, episodios de tristeza por sus estatus de hermanos menores… Eso conllevó a su relación de pareja.

– Esto es lo peor, ¿No crees?

– ¿Eh? ¡Si, claro que si!

Los jóvenes estaban recostados en un campo de flores del Olimpo, afuera del palacio de Cronos; los últimos minutos de su día de reunión, antes de volver cada uno a su propia prisión para ser adoctrinados por sus padres: la regla de Cronos, para evitar rebelión alguna como la que una vez ejecutó contra Urano.

Ante la respuesta tan rápida de Zeus, Hera le miró confundida.

– ¿Me estás oyendo?

– ¡Obvio que si! Hablabas de… ¿Tu comida favorita?

– Hablo de la situación que tenemos bajo el reinado de Cronos tu padre… o nuestro padre. Es muy confuso.

– ¡Eso! Si, tienes razón. Es muy malo…

Zeus extendió una mano para recoger un mechón de Hera, pero la diosa apartó su mano: lo que le hablaba era algo serio que no quería guardarse.

– No lo soporto más. Quiero ser libre.

– ¿Huh? ¿¡Acaso ese idiota te tiene encadenada!?

– ¡Claro que no! ¡Mírame! – Hera dió un golpe seco a la cabeza de Zeus, antes de volver la mirada al cielo nocturno – Hablo de este sistema de control. No somos libres por esto y… yo no lo soporto.

» Toda mi vida estuve bajo el control de los Titanes, sin mencionar que ser la menor de esas tontas tampoco me ayudó mucho. Solo he vivido una vida que… no ha sido mía.

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora