Capítulo 79.1: Destino por cumplir

348 12 166
                                    

En medio de las flores…
Con una jarra de vino…
Bebo solo, sin mis afectos~♪

Cuando alzo mi vaso…
Para invitar a la radiante luna…
Con mi sombra nos convertimos en tres personas~♪

La luna nunca comprendió el beber…
Mi sombra, sin propósito, me sigue~♪

De momento estamos juntos…
Con la luna y mi sombra…
Caminar alegres debemos al llegar la primavera~♪

Cuando canto, la luna vagabundea…
Cuando bailo, mi sombra se desdibuja~♪

Al estar sobrio disfrutamos el intercambio mutuo…
Después de embriagarme, cada uno se separa~♪

Caminamos siempre unidos sin sentimientos…
Y nos encontramos en el remoto río de nubes~♪

" Bebiendo solo bajo la luna " – primer poema
Escrito por Lǐ bái "el inmortal poeta", de la dinastía Táng.

" Bebiendo solo bajo la luna " – primer poemaEscrito por Lǐ bái "el inmortal poeta", de la dinastía Táng

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Argyrotoxos
[ Flecha de plata que atraviesa el alma ]

Vetiti Affinitatis: Misodzi Yeruvengo
[ Afinidad prohibida: Lágrimas de odio ]

La esfera oscura chocó con la flecha plateada; al contacto, el disparo de la diosa lunar quedó destruido y se dirigió a Chang'E, quién con ambos ojos abiertos de par en par estaba incrédula.

En cuanto la esfera tocó el cuerpo de Chang'E, estalló en una explosión negra que llenó el campo de batalla, envolvió a ambas mujeres y se extendió incluso entre las gradas de espectadores debido a los numerosos agujeros que habían abierto las flechas de Chang'E, pero la mayor parte fue contenida con el cristal de protección.

Un temblor resonó entre las gradas divinas: Amaterasu y el Emperador de Jade, Xihe y Di Jun; la Trinidad principal de Egipto, Mwari con Anansi y los dioses del CAD; el palco griego con Zeus, Hermes, Adamantino, Ares, Syf y Forseti. Todos fueron removidos de sus asientos.

Los 5 emperadores de antaño se cubrieron la cara con las manos, mientras que las doncellas cubrieron a Yu el Grande para que no se hiciera daño; Leónidas cogió a Geir y Sigrune por debajo de ambos brazos para sostenerlas.

Las pantallas en directo que quedaban fueron destruidas por la explosión y la luz restante, que dejó el campo de batalla en una sombría nube negra, así como las transmisiones cortadas por interferencias, lo único que rompió el silencio en todo el estadio.

Un silencio sepulcral entre todos los espectadores que, tras haberse protegido de los daños residuales de aquel impacto, intentaban ahora mirar el resultado…

– ¡Ahhh…! – Heimdall subió a su vehículo volador para sobrevolar a los espectadores – ¡Al parecer hay zonas que están llenas de magia negra! Por favor, manténganse alejados, ya viene la ayuda médica para limpiar la zona…

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora