29 | "Tenemos que hablar" nunca suena bien

59 11 14
                                    

Maratón

5/8

Leave you with all of the shit
I didn't want to take
My mistake
I'm missing you
I'm missing you
What the hell did I do, did I do?
Messing with someone new

Ayer Jareth confesó que me quiere cuando estábamos en su coche, no supe cómo reaccionar o qué decirle. Al final terminé besándolo hasta que nos quedamos sin aire y tuve que separarme. Con una rapidez que antes en mi vida no había tenido, me despedí y salí corriendo del auto para llegar a mi apartamento y dar por finalizado el día.

Y ahora, después de haber salido del trabajo y estar refugiándome en él, donde el señor Harrison me ha elogiado por lo que le mandé el otro día sobre la exclusiva, estoy comiendo una tarrina entera de helado de chocolate, junto a un Kiwi ronroneante a mi lado y una Beth dormilona en el otro sofá, mientras mis pensamientos me engullen y veo Cazadores de sombras por tercera vez.

Nunca antes mi mente había sido un caos como ahora, porque lo único que tengo claro es la confusión y el lío que son mis sentimientos. Porque sí he llegado a querer a Jareth, pero no puedo decírselo cuando Hudson anda merodeando por mi cabeza de la forma en la que lo hace.

Lo peor de todo es que el problema principal reside en herir a una persona que se ha convertido en alguien tan importante para mí, no quiero hacerlo, pero debo hablarlo con él. Una vez pensé en el miedo que tenía de que me hicieran daño, sin embargo, temo ser yo quien lo haga.

La versión morena de la Bella durmiente comienza a removerse en su lugar, parece que todo el drama sucediendo en la serie la está despertando. Al notar movimiento, Kiwi se levanta de su sitio, pero no para activarse, sino para seguir holgazaneando sobre el regazo de mi amiga.

Cuando dicen que los gatos duermen la mayor parte de su vida tienen toda la razón. Qué ingenua yo, pensando que mi gato iba a ser de esos graciosos que salen en las redes sociales, aunque lo mimoso y cariñoso que es hace que quiera achucharlo todo el rato.

Beth se incorpora en el sofá, pero no se levanta. Mira hacia mí y alza sus cejas al verme.

—Te pasa algo — afirma, no pregunta.

—¿A mí? De eso nada — niego — son impresiones tuyas.

—Sí claro, y yo soy tan rubia que me confunden con una albina. Spill the tea, amiga.

Sé que no me iba a librar de una charla con mi mejor amiga, yo misma le contaría lo que me pasa, pero pensaba que tendría más tiempo para digerir mi desorden mental.

Y bueno, otra característica de Beth es el sarcasmo cuando trato de evadirla dando excusas pobres y ella quiere explicaciones, como se ha podido ver teniendo en cuenta que su pelo es más negro que su alma.

—Todo es tan complicado — suspiro.

—La vida no está para vivirla como si fuera un cuento de hadas, siempre va a haber algo complicado, pero nada que no se pueda resolver. A no ser que hayas cometido asesinato y quieras revivir al muerto — bromea con lo último, para intentar sacarme una risa.

Consigue una sonrisa de mi parte por su estupidez. Beth se levanta de su sitio, espantando al gato, que viene hacia a mí para terminar sentada conmigo. Agarra una de mis manos y comienza a acariciarla con cariño, como una buena amiga sabe hacer mientras te consuela.

—¿No sería todo más fácil sin sentimientos de por medio? — pregunto al aire.

Puede que sea mi momento dramático, pero en estos momentos de mi vida agradecería no tener sentimientos, porque de esa forma no estaría enamorada de una persona ni enamorándome de otra a la vez. Tampoco tendría este lío mental que me carcome la cabeza.

Entre un amor y medio (Entre amores #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora