Epílogo

172 13 36
                                    

✨Juntos somos perfección ✨


Han pasado algo más de cuatro meses desde que Jareth se fue. Después del que se suponía que fue su último concierto de la gira, pensaron que para la continuación de su carrera sería bueno organizar otros conciertos por el país con su nueva imagen, para compensar a sus fans y para que lo vieran tal y como es finalmente.

Cuando Evelyn se lo propuso, él aceptó, aunque no sin antes contármelo y pensárselo bastante. Al principio Jareth no quiso aceptar, pero le animé a que lo hiciera. A sus fans les hubiera gustado tener la misma oportunidad que aquí cuando dio su último concierto y aunque puede que en algún momento de su vida quiera dejar de hacerlo, sé que ese no ha llegado aún.

Nunca antes había pensado que podría tener una relación a distancia, ni aunque fuera solo por un tiempo. Sin embargo, a pesar de que no haya sido lo ideal, lo hemos llevado bien.

Durante todo este tiempo hemos estado haciendo videollamada casi todos los días, e incluso en los que por algún motivo alguno de los dos no podía, no hemos perdido el contacto. Supongo que cuando alguien quiere a una persona de verdad, lucha por no perder eso que ambos tienen. Me alegra decir que este es el caso.

Las cosas entre Jareth y yo no han cambiado para nada, siguen igual de bien o incluso mejor, porque esta distancia temporal ha servido para darnos cuenta de lo tanto que nos queremos.

Y claro que me habría gustado poder acompañarlo, pero yo también he tenido cosas que hacer aquí en la ciudad, no podía decirle simplemente a mi jefe que debía dejar el trabajo de lado por acompañar a mi novio en su gira por el país.

Solo hubo una vez en la que pude hacerlo, fue cuando tuvo parada en California. Mi jefe pensó que sería buena idea volver a escribir sobre el cantante estrella del momento, por lo que, se le ocurrió que no habría mejor persona para ese trabajo que yo. No habría una mejor trabajadora que yo para mandar a otro estado para estar con Jareth porque yo podía estar con él en todo momento y no me perdería ningún detalle.

Aunque siendo sinceros, creo que también me encomendó ese trabajo porque le caigo genial a mi jefe y sabía que quería verlo, esa era la mejor excusa.

Acompañarlo por una semana fue increíble, pero hubo un momento que nunca olvidaré de lo divertido que me pareció. Varios adolescentes, seguramente no mucho menores que yo, se colaron en la fiesta exclusiva que se dio la noche antes del concierto en el yate de alguno de los que pertenecen a ese mundillo de la fama, la verdad es que no recuerdo el nombre, y los pillaron. En ese momento los guardias corrieron detrás de cada uno hasta conseguir echar a todos ellos. Y algunos de los invitados se molestaron con el suceso, pero a mí me pareció muy divertido.

Lo más curioso de esa noche fue cuando uno de los chicos de ese grupo se chocó conmigo y me pidió un favor. Me pidió entradas para el concierto de mi novio, pero no las quería para él, sino para una chica, que si no me equivoco también iba con ellos. Me dijo que a ella le gustaba su música y deseaba ir a un concierto, también que quería ser él quien le diera esa oportunidad.

Me pareció un gesto tan bonito que no pude evitar querer darle eso, así que lo ayudé. Hablé con Jareth al día siguiente y no le supuso ningún problema. Me alegré de haber podido ayudar a una fan.

—Ayer estuvo genial, ojalá pudieras estar aquí conmigo. Tu compañía lo haría mejor y a veces esto se hace muy solitario — Jareth pone cara de cachorro a la pantalla. Me río de su gesto.

Al decir eso el pelinegro consigue sacarme de mi ensimismamiento mientras hacíamos llamada. Ahora él está en Ohio, su último destino antes de llegar aquí.

Entre un amor y medio (Entre amores #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora