4 | Pasen y vean

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—¿Esta noche trabajas? — le pregunto a Beth en cuanto la veo.

Parece que ha llegado hace poco, ya que, se está quitando los zapatos que llevaba y se acuesta en el sofá del que se ha adueñado. Luce muy cansada, ha pasado toda la noche fuera.

Su horario es un poco extraño, hay días en los que vuelve antes porque solo tiene que trabajar por unas horas, pero otros tiene que quedarse toda la noche y no vuelve hasta la hora en la que yo me levanto, como es en este caso.

—Sabes que sí, las discotecas nunca descansan — responde.

Bien por ello.

Ayer Hudson me pidió que le hiciera un tour por la ciudad, lo cual haré ya que estaba tan cansada que acepté sin más. Mi plan será darle un simple paseo por la ciudad y luego llevarlo al lugar donde trabaja mi amiga.

El primer motivo es porque sé que Beth va a alucinar en cuanto se lo diga y segundo porque así tendré un tiempo libre para divertirme. Hace tiempo que no salgo de fiesta y me apetece tener algo más que hacer con mi vida que quedarme en el apartamento viendo una película, que me gusta, pero no puedo estar siempre encerrada entre las mismas cuatro paredes. Además, seguro que el cantante se irá por ahí con otras chicas y me dejará tranquila.

—Genial, porque hoy iré — aviso.

—¿A qué se debe semejante acontecimiento? — pregunta extrañada, pues ella sabe perfectamente que no es que sea mi plan favorito de todos.

—Tu cantante favorito me quiere como guía turístico, y he pensado que qué mejor lugar para que vea la diversión de Nueva York que el club donde trabaja mi mejor amiga — le guiño un ojo al contestarle.

Veo como Beth, a pesar del sueño que tiene, sonríe y se le iluminan los ojos. Lo que yo dije, le ha hecho mucha ilusión.

—¿Ves? Por estas cosas me encanta mi trabajo y que tú seas mi amiga.

—O sea, que solo me quieres para lo que te interesa — me hago la ofendida.

—Puede ser — bromea.

Acto seguido da un bostezo reafirmando el hecho de que está muy cansad, y procede a dormirse. Mientras tanto yo hago mi rutina de todas las mañanas antes de irme a trabajar.

Hoy puedo salir antes del trabajo, por lo que, tengo la tarde libre para poder quedar con Hudson antes de ir al club donde trabaja Beth. Mi plan es el siguiente: hacer que recorra algunos de los distritos de la ciudad, para que no solo se quede con el recuerdo de Manhattan y pueda ver más allá de lo que es el centro del estado.

La mañana se me ha pasado demasiado rápido, si juntamos mi vocación por el periodismo y que solo han sido unas horas por la mañana, es normal que no se me haya hecho eterno el trabajo.

Seguramente Beth siga durmiendo. Si dormir fuera un deporte, mi amiga ganaría todas las medallas de oro. Sé que vuelve siempre sobre las siete de la mañana, pero ya es la hora de comer y considero que se podría levantar. Aun así, voy a dejar que siga soñando tranquilamente y comeré fuera.

Como no tengo demasiada hambre porque siempre desayuno fuerte, me conformo con ir a un Starbucks que me pilla a diez minutos andando desde el trabajo. Lo tengo muy cerca, así que no me cuesta nada llegar.

Cuando llego, me compro lo de siempre, una tostada de queso que pido que me calienten, la cual está muy buena y es lo mejor que tiene este local, y agua. Como tranquilamente, sin prisas. Mientras, cojo el móvil para revisar si tengo algún mensaje, y en efecto, tengo uno de Hudson. Lo abro y ya me está preguntando a qué hora podemos vernos. Le contesto que sobre las cuatro vaya a donde se encuentra el edificio del trabajo, a lo que acepta.

Entre un amor y medio (Entre amores #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora