Entre un amor y medio (Entre amores #1)

26 | Primero el alcohol y luego las confesiones

En los capítulos que hay videos con música, yo me pondría a escuchar las canciones :))

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Maratón

2/8

Baby, don't you say that
we're just friends
When you know we could
be lovers instead
Wanna give you a night
you'll never forget
Do the things we never did

Con el señor de dentro del auto aun esperando por nosotras, Beth y yo nos miramos sin pronunciar palabra, sorprendidas por el hecho que acaba de suceder frente a nosotras.

Se supone que nosotras, con el coche de Beth, iríamos a donde Linda para recogerla e ir las tres juntas a la terraza de Pier 17, donde se dará el concierto, pero por lo visto Hudson no tenía ese plan para nosotras.

Beth es la primera en asimilar que el chófer de Hudson será quien nos lleve, mientras que yo maldigo a Hudson en mi cabeza por hacer siempre lo que quiere sin decirme nada antes. Cuando me subo al coche, el señor me saluda y yo le digo a la dirección que debe dirigirse antes de poner rumbo al destino original.

Él acepta sin rechistar y en silencio, arranca el coche para comenzar su marcha, se le ve un hombre muy servicial en ese sentido.

—Al final voy a pensar que Hudson quiere cuidar de ti, que te manda hasta a su conductor para que nos lleve — dice mi mejor amiga alucinando.

—No sé en qué momento ha decidido que planear por mí sin antes avisar es buena idea — ruedo mis ojos pensando en el susodicho.

—Así mejor, no tendré que conducir. Es mejor que te lleven.

—Yo prefiero tener autonomía y poder ir yo sola a donde quiera, todavía no sé porque no me he sacado el carnet de conducir — me lamento por ello.

—Me estás quitando el puesto de oso perezoso en esta relación — señala de una a otra divertida — ¿cómo te va con Jareth? — pregunta cambiando de tema.

Desde que empecé con él, son pocas las veces que Beth me ha preguntado por él, me ve contenta y que estoy bien, lo cual supongo es suficiente para ella, porque no me ha insistido para ahondar en el tema, que ya es raro siendo ella.

Pensé que estaría algo encima de mí preguntando por mi relación, pero me equivoqué.

—Muy bien — sonrío, viniéndose la imagen de mi novio a la cabeza — es muy dulce y cariñoso, sabes que eso a mí me gusta. No me aburro con él porque siempre hay algo de qué hablar, también sabes que para mí es un aspecto muy importante a la hora de estar con alguien. Y de vez en cuando ha tenido detalles conmigo, que han demostrado que me escucha y le importa lo que le digo — finalizo.

El conductor sonríe cuando escucha mis palabras salir de mi boca. Cuando se percata de que lo he pillado, vuelve a dirigir su mirada a la carretera, que la tenía puesta en el espejo retrovisor.

Debo obviar que por mi parte también ha habido algún que otro detalle y que también él me importa. Todas las veces que nos hemos visto, hemos estado hablando de cualquier tema que salía a coalición. No me puedo quejar del día en el que me derramó todo un vaso de café en la blusa, porque fue cuando lo conocí.

—No sé si sentir nauseas por tanta floritura en tus palabras o envidiarte por tener a un chico tan genial — bromea.

—Aquí ambas sabemos que aunque te puedas hacer la dura te encanta el romanticismo y todo lo que conlleva, sino, no verías tantas películas de amor — me burlo esta vez yo.