Entre un amor y medio (Entre amores #1)

8 | Mi primer luces, cámara y acción

Miro por vigésima vez la pantalla de mi móvil donde se encuentra la dirección que me mandó Hudson anoche, espero no haberme equivocado de sitio. Según él es muy importante que esté presente a la hora en este lugar.

Frente a mí se alza un edificio, el cual resulta ser donde graban todos los programas de televisión que tratan sobre entrevistas a famosos y temas relacionados con eso. Sin entender porqué Hudson me quiere aquí, doy un paso adelante adentrándome en él.

Cuando estoy dentro solo puedo ver a hombres con traje y corbata como vestimenta mientras que las mujeres van ataviadas en faldas o vestidos entubados que se ajustan a su figura. Como estoy totalmente perdida, me dirijo a recepción para preguntar por el cantante. La mujer que está sentada detrás del mostrador me ignora completamente cuando le pregunto, así que carraspeo para llamar su atención.

Esta parece por fin hacerme caso, ya que, clava su mirada en mí de una forma nada simpática. Dándome igual su expresión antipática, le pregunto por Hudson y ella me da sin gana alguna las indicaciones para poder llegar a él. Con un falso agradecimiento me alejo dirección al ascensor, tengo que subir hasta el penúltimo piso.

Cuando llego, desde el ascensor puedo ver el set. Dos sillones largos, uno al lado del otro, de forma que todos puedan verse. Un gran espacio en mitad de esta planta y varias cámaras alrededor. Salgo de la caja metálica que me ha traído hasta aquí y busco a Hudson con la mirada, no lo encuentro.

De repente alguien se desliza con rapidez frente a mí, elevo la mirada y me encuentro con la persona que estaba buscando. Tengo que mover hacia arriba un poco la cabeza, pues es más alto que yo.

—Y bien, ¿para qué me quieres aquí? — le pregunto, necesitando saber porque estoy aquí.

—Vas a ver como desmiento lo que se supone que tenemos, y tal vez tu debas participar en eso — dice esto último con cautela, esperando mi reacción.

La verdad es que, si tengo que aparecer frente a miles de espectadores en la televisión no me hace ninguna gracia, prefiero estar siempre detrás de cámaras.

—No quiero — me niego rápidamente.

—Ya he dicho que aceptas aparecer en la entrevista, no te queda otra.

En estos momentos Hudson consigue un poco más de mi desagrado, que tampoco es muy difícil para él. Antes de que vuelva a negarme, la amargada de su representante aparece para avisarle de que debe ir a prepararse para aparecer en escena.

Antes de irse, Hudson me repite que debo dar explicaciones yo también sin darme la oportunidad de rechazarlo por segunda vez.

Mierda. Yo solita me meto en líos como estos. Si no hubiera hecho caso a la llamada de ayer, ahora mismo no estaría aquí y me ahorraría el aparecer en televisión.

Detrás de todo el set que está montado, diviso una mesa con pasteles y cosas dulces. No tardo en llegar hasta ella y agarrar un par de magdalenas y unos pocos bollos de crema. Saber que tengo que hablar delante de todo el mundo me ha puesto nerviosa y solo puedo pensar en comerme todo esto.

Repentinamente todos se mueven de un lado a otro, con prisas. Es entonces que entiendo que la grabación va a dar inicio, y veo como el presentador sale al escenario.

—Buenos días, Nueva York — saluda mientras se sienta en uno de los sofás — hoy tenemos a un invitado especial, dadle la bienvenida a la estrella y sensación del momento... ¡Hudson Allen!

Tras su saludo de todos los días, veo a Hudson aparecer también frente a las cámaras. Parece estar acostumbrado a esto, pues no se inmuta de la cantidad de cámaras y personas frente a las que está expuesto en este momento.