Una nueva Acua

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Narra Elizabeth.

No se que fue lo que paso entre Zack y Acua hace rato pero al parecer fue malo, Acua apenas comenzaba a olvidarse de todo eso y el tenia que aparecer.

-Oye Eli.-comenzó a hablar mi amiga.

-¿Si?.

-¿Que paso con Acua?.- pregunto algo confundida.

-Uff larga historia.-dije recordando todo.

-Pues cuéntame, digo si tu quieres.- me animo.

-Vale, vallamos a sentarnos.- dije arrastrándola a una banca.

Caminamos hacia una banca y le platique todo lo que había pasado mientras vivimos en Londres. Al terminar el concierto deje a mi amiga en su casa y me fui directo a la casa, pero antes de llegar el carro se detuvo le pregunte a Luis (uno de mis guarda espaldas), que era lo que pasaba, el no contestaba dos camionetas negras se acercaron y nos bajaron, me sentía aterrada los guarda espaldas me llevaron a un café de ahí. Todo era tan raro, mi padre me había contado que ya había dado el dinero para el rescate de mi madre asi que hoy seria el día que acabara el maldito infierno y rutina de estos últimos 5 meses.

-Señorita quédese aquí.-me ordeno el hombre alto. 

-¡¿Pero como cojones quieres que me quede?!.-grite asustada

-Señorita, relajase todo estará bien. Necesitamos que no llame mucho la atención.-me indico tratando de calmarme.

Le hice caso al guarda espaldas y me quede seria sentada en una de las mesas del café, estaba muy nerviosa, tenia miedo que los tipos de la camioneta fueran los mismos que secuestraron ami madre y me quiera llevar a mi también. Dios por favor...

Al cavo de unos minutos los tipos de las camionetas se alejaron, pero aun asi nos quedamos un rato mas en el café por precaución.

-Ya. Estas fuera de peligro.-dijo Marcus el otro guarda espaldas.

-Vale, quiero ir a casa.-dije aun un poco asustada.

Al llegar a casa, entre directo a la cocina necesitaba un poco de agua para calmar el susto. Al entrar vi a Acua cogiendo una manzana del refrigerador.

-Mierda, parece que as visto un fantasma. ¿Que paso?.-Acua parecía preocupada.- Estas pálida.

-Casi.hfue lo único que pude decir.

-¿Casi?, Elizabeth ¿que ocurrió?.-pregunto preocupada mi hermana.

-De regreso a casa dos camionetas negras nos siguieron, por suerte los perdimos. Pero te juro que temí que me llevara así como mamá.-mi voz se escuchaba algo quebrada.

Acua dejo la manzana en la barra y se acerco a mi para abrazarme.

-Todo estará bien, no tienes de que preocuparte.- me tranquilizo.

-Lo se.-dije separándome de ella.- por cierto, hoy papá entregara el dinero del recate de mamá.

-Si, lo se espero tenerla de vuelta rápido.- dijo melancólica.

-Yo también.- conteste.

Estuvimos en silencio un rato hasta que escuchamos la puerta abrirse.

-¡Mis princesas ya estoy en casa!.-grito mi padre entrando en la casa.- ¿Están ahí?.

Yo mire a Acua y puse mi dedo indice sobre mi boca indicando que no dijera nada de lo sucedido, no quería que papá se preocupara aun mas, Acua asintió y volvió a tomar su manzana.

-¡Estamos por acá!.-llame a mi padre.

Papá entro a la cocina con un poco de preocupación pero a la vez felicidad en su rostro.

-Les tengo noticias.-dijo entrando a la cocina.

Acua y yo nos miramos confundidas y luego lo miramos a él.

-¿De que hablas papá?.-dijo Acua confundida.

Ella no había estado al tanto de lo que pasaba en casa ni de lo que papá estaba haciendo para rescatar a mamá, ya que estaba tan concentrada en su depresión que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

-Pues... Entregue el dinero del rescate. Pronto tendremos a su madre en casa de nuevo.-dijo con una sonrisa.

Una gran alegría lleno su rostro al igual que a mi y a Acua. Los tres nos unimos en un abrazo lleno de alegría y llanto.

-¿Y cuando la tendremos de vuelta?.-pregunte.

-No lo se aun, esperemos que pronto.- contesto papá.

Narra Acua.

Después de la buena noticia subí a mi habitación, estaba agotada aunque solo me la pasaba acostada y llorando siempre estaba agotada. Me recosté en la cama y escuche que en mi celular sonó el tono de mensaje, lo cogí y vi que el numero no lo tenia registrado pero de igual manera me sabia de memoria ese numero.

Hola hermosa, tenemos que hablar...

¿porque te fuiste así tan repentinamente?, esperaba poder hablar contigo...

Pensé no contestarle pero al final lo hice.

No tengo nada de que hablar contigo. Así que no me busques ya no quiero saber nada de ti y no quiero que sepas nada de mi por favor Zack...

Es increíble como un simple mensaje puede cambiar tan repentinamente tu estado de animo, por un lado estaba feliz porque mamá regresaría a casa, pero por el otro estaba algo triste y dolida por ver como el chico que me hizo sentirme única en tan solo 5 meses se olvido de mi tan rápido y me reemplazo.

Decidí no seguir con esto, decidí dejar todo eso de la chica que sufre por un estúpido gilipollas y seguir mi camino tal y como el lo hizo, seria una nueva Acua y eso seria para bien.

Narra Elizabeth.

Eran las 12:00 a.m, no podía dormir, pensaba en mamá y por mucho que me costara aceptarlo también me sentía triste por no estar con Jack todo este tiempo y tener que dejarlo solo todo este tiempo.

Escuche un ruido abajo, eso era raro porque a esta hora papá y Acua estaban en su coma, ellos siempre han sido iguales aunque no seamos sus hijas de sangre supongo que algunas cosas se aprenden. En fin baje lentamente con un bate en la mano, el ruido provenía de la cocina, entre lentamente y en silencio pero mi dedo del pie choco con un mueble provocando que soltara un gruñido un poco audible.

-¿Eli?, ¿eres tu?.-escuche la voz de Acua.

-si soy yo.-dije saliendo de mi escondite.-¿que mierda haces levantada a estas horas?

-Bueno pues..-hablo algo nerviosa, la mire bien y note que tenia el bote de nutella en sus manos.- No podía dormir. ¿Y tu también que haces despierta?

-Tampoco podía dormir.-dije quitandole el bote de nutella.

-¡Oye!, ¡eso era mio!.-chillo Acua.

-Tu lo dijiste hermanita. "Era tuyo".- dije haciendo comillas con mis dedos.

-Es mio.-dijo tratando de ponerse seria.

-Es de las dos ¿vale?.-me miro dudando y al final acepto.

Estuvimos un rato conversando en la cocina hasta que se dieron las 2:30 a.m.

-Creo que me iré a dormir.-dijo Acua bostezando.

-Si, yo igual.

subimos a la planta alta y antes de entrar a nuestras respectivas habitaciones nos dedicamos un "buenas noches".



Juego de Hermanastras... [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora