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ÁNGEL

Lo último que deseaba es que Aarón me quitara a otra persona a la que amaba. Mi madre se suicidó por él, Nora desapareció tras conocerle y ahora Emma estaba en peligro por ser su nueva obsesión.

Seguía sin verlo claro, nada claro, pero tal vez Emma tenía razón y era mejor tomar el toro por los cuernos de una vez por todas.

Aunque... ¿sería Aarón tan osado?

Llegamos a las escaleras del patio en las que siempre nos reuníamos los tres.

Lian ya se encontraba en nuestro sitio habitual.

—¿Qué pasa? — preguntó Emma nada más verle la cara a su amiga.

—Es Leo.

Vi cómo Emma dudaba e intuí que tal vez se le estaba pasando por la mente el mismo pensamiento que a mí, tal vez habían roto y este rato se iba a convertir en algo mucho más incómodo de lo que ya era de por sí.

—Ha tenido un accidente con la bici y se ha roto una pierna. —Por suerte Lian no tenía inconveniente en seguir con su explicación sin necesidad de que le preguntara nadie. —Me temo que habrá que abortar la fiesta de Halloween.

—Aún queda la fiesta que organiza el instituto —intervine con una sonrisa —tal vez hasta podríais ir de doctora y paciente.

Lian me miró con sus curiosos ojos rasgados cargados de alegría, una carcajada de felicidad escapó de su garganta.

—Eso es una gran idea, además tengo la ropa de mis padre, seguro que puedo tunear alguna de sus batas y hacer que parezca sexi —abrió su tupper de cabeza de osito y comenzó a mordisquear unas nueces —supongo que los planes pueden variar y ser igual de divertidos.

No había tenido demasiado tiempo para socializar con Lian, desde el principio había estado totalmente centrado en Emma, pero esa pequeña me caía realmente bien.

—Entonces creo que nos veremos todos en el baile de Halloween —sentención Emma con la boca llena de gajos de mandarina.

Lian asintió con felicidad, aunque su talante cambio a uno mucho más lúgubre segundos antes de hablar.

—Por cierto, ¿habéis visto lo de la chica de Barcelona que han encontrado muerta? Me da terror de pensar que estar cosas pasan tan cerca de nosotros.

La mirada de Emma se cruzó con la mia un instante.

—Y a mí.

—¿Crees que puede tener algo que ver con el asesino floristero?

—Es más que posible —reconoció Emma con seriedad.

No tenía ni idea de hasta dónde sabía Lian, pero parecía que su información era mayor de lo que yo imaginaba. Para empezar conocía la existencia de la amenaza que pendía sobre Emma, aunque tal vez no tenía ni idea de que el culpable de todo era mi hermano.

—No podemos permitir que el floristero te haga daño también a ti.

Emma negó con la cabeza.

—Ángel, tienes que proteger a Emma —soltó Lian con desesperación.

—Voy a estar junto a Emma en lo que necesite, pero realmente ella es mucho más fuerte de lo que parece, sé que se sabe proteger bien.

Emma me lanzó una mirada de agradecimiento.

Estaba decidido a proteger a Emma aunque eso significara enfrentarme a vida o muerte contra mi propio hermano.

Oscura seducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora