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Las cosas se iban a ponerse complicadas gracias al horario apretado del último semestre universitario que Faith compartía con Justin. Por desgracia era muy tarde para que Faith pudiese mover su carrera a producción musical. Tenía que seguir en administración, tal como Rachel lo había deseado, porque ya solo quedaba un año para terminar. No podía echarse para atrás.

No todo era malo, en realidad no le parecía una mala idea tener una carrera de respaldo, aún que no ejerciera, su plan inicial era su banda: giras, tocadas, discos, festivales y demás.

Hace algunos años le habría parecido una locura enorme, pero ahora podía verse como una posibilidad. Ganaban dinero por las entradas en Taboo, tenían a Jack; un gran representante y sobre todo, tenían reconocimiento por los chicos de Atlanta.

Con esos criterios, dedicarse a su banda ya no sonaba a un disparate total. No para ella.

Era cierto que casi todo su dinero se iba en pagar el agua, el gas, la luz y su comida, sin embargo para Faith todo era como un nuevo comienzo.

—Boehm, ¿cómo estás?—alguien la llamó.

Ella enseguida giró su mirada por el largo pasillo lleno de estudiantes y casilleros para poder averiguar de quien se trataba, sin embargo ni su voz ni su rostro le daban una pista de quien podría a ser; no le conocía.

—¿Tú eres...? —preguntó haciendo una mueca y reafirmando su mochila sobre su hombro izquierdo.

El chico sonrió despreocupado y luego soltó una pequeña risa, se le había olvidado siquiera presentarse.

—Mis padres me tiraron de bebé —se ríe con ganas, Faith solo alza sus cejas esperando respuesta— ¡No me conoces! —aclara al ver las cejas de la chica.— es decir, tú no me conoces pero yo a ti sí.

—Muy bien —dice Faith alargando las vocales para dar media vuelta y salir del incómodo encuentro.

—Oh, genial eso sonó como un asesino acosador —bromeo el chico caminando tras ella— ¡No lo soy! —aclara en seguida.

—Bueno, eso es algo que un asesino acosador diría, ¿no es así? —se detiene un poco para señalarlo y el chico de rulos suelta una risa.

—Ahí me has pillado, pero no, no soy asesino, ni acosador, solo un cliente frecuente en Taboo. —se alza de hombros despreocupado. — Y tú, Faith Boehm, estuviste increíble el último sábado de las vacaciones.

Faith sonríe por primera vez en la conversación, dejando que sus hoyuelos se presenten frente al chico nuevo.

—Oh, gracias —ladeo un poco su cabeza mientras miraba fijamente al chico. — Dame tu nombre, haré que te regalen una botella la próxima vez que vayas.

—Vaya, esto de ser estrella se te da muy bien eh, inclusive bajo el escenario —bromea un poco y pasa su mochila de atrás para adelante buscando un plumón dentro de esta.

Faith solo lo observaba intrigada desde su lugar. —¿Entonces... tu nombre es?

El chico de ojos café oscuro la mira fijamente y luego sonríe. En un segundo toma el brazo de Faith y lo extiende hacia él, tomándola de la muñeca.

—¿Que.. hac.. —trata de pregunta sumamente confundida y con el ceño fruncido, mirando fijamente lo que hacía el chico

Él toma el plumón y comienza a escribir en el brazo de la rubia con su mano izquierda.

—Muy bien, zurdo, estarás vetado de Taboo tanto como ese plumón sea permanente.

El rulos se ríe y asiente con su cabeza, una vez que termina de apuntar en el brazo de Faith, suelta su muñeca y cierra el plumón para volver a guardarlo.

Taboo |jb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora