O34

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Día treinta y tres.

—cervezas —dijo Faith mientras Justin las tomaba y las dejaba en el carro del súper.


— ¿les haz mencionado que deben llevar sus propios salvavidas y esas cosas? —pregunto Justin mientras avanzaba con ella.


—Se los he dejado claro —dijo ella— Papitas, muchas papitas. —le pidió justo en frente de la variedad de frituras.


Ella sonrió con una cara psicopata y Justin rió mirándola, tomo un par de frituras grandes y la dejo en el carrito.


—¿Les has dicho que droga solo lejos de Wayne? —bromeó y Faith lo miró "Ofendida"






—Bienvenidos, pasen. Tengo precios negociables. —dijo Wayne con una sonrisa mientras abría su abrigo y dejaba ver cajetillas de cigarros.


Faith lo miró desde el pasillo con su quijada en el suelo y sus manos en su cintura desnuda gracias al bikini que usaba.


—¡Wayne Boehm! —grito ella mientras caminaba rápido para el.


Wayne la miro y abrió sus ojos para mirar a los chicos que lo veían con gracia, el sonrió tranquilo y señaló a Faith. — Ahora tengo que correr pero si me buscan voy a estar en el patio. —dijo algo rápido y tomo la mano de ambas chicas para dejar respectivamente un beso en cada una.

Él salió corriendo esquivando a su hermana quien trataba de alcanzarlo, Justin intervino y tomo a Faith en brazos.— tranquila, tranquila. —le dijo riendo.


—¡Está vendiendo malditos cigarrillos Justin, tiene diez años! —grito ella para sobrepasar la música que sonaba.

Gente iba y venía en su patio, la gente reía y platicaba y algunos hasta estaban dentro de la alberca jugando en grupo.


—Yo se los compre, pulgosa. —tomó las mejillas de la rubia quien tenía su ceño fruncido y sus labios en forma de puchero.


—Estas loco, Justin. —se zafó ella cruzándose de brazos y Justin rió un poco más al verla molesta. Faith le golpeó el hombro y él se quejó sin quitar su burla de sus labios— ¿De qué te ríes idiota? ¡Le diste cigarrillos a un niño de diez años!


—Son para que los venda, paranoica, el chico quería hacer algo en esta fiesta. —le dijo mirándola y Faith rodó los ojos— Así que déjalo —sonrió el— tú sabes que ese niño no haría algo inadecuado para su edad.

—Tantas cosas estupidas que hace la juventud. — dijo ella casi gruñendo. —No quiero que empiece con todo esto. —suspiró.

—Oh por dios faith. —se le escapó una pequeña risa y Faith frunció el ceño.— ¿te estás escuchando, hermosa?


—no me digas hermosa como si fuera una de tus tantas víctimas para llevar a la cama. —gruño ella de nuevo.

—hermosa. —susurro el sonriéndole y Faith soltó un suspiro. — Faith, la juventud somos nosotros, hacemos cosas de mierda, fumamos para calmar las ansias —señaló a Wayne vendiendo cigarrillos— tomamos para olvidar problemas estupidos, bailamos toda la noche, desobedecemos reglas y retamos a los adultos por qué pensamos que podemos ser lo suficientemente más inteligente que ellos, cantamos, gritamos, nos golpeamos —suspiro un poco y mencionó— defendemos a la gente que amamos, no somos perfectos amando pero hacemos el mejor esfuerzo. —acaricio sus mejillas un poco y Faith se inclinó un poco a su mano derecha mirándolo a los ojos.— jugamos, nos besamos, corremos libres, decimos mierda y media de groserías, nos tatuamos en lugares sensuales. —el alzó las cejas y Faith rió un poco— Nos reímos —sonrió el ahora y beso la frente de Faith— Así que todo este sermón es para que disfrutes de esta fiesta por qué esta noche es hasta morir ¿de acuerdo? —susurro en su oído.









Taboo |jb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora