Taboo |jb.

O48

—¡No nos extrañen mucho! — gritó la rubia en el micrófono del escenario— Vamos a volver pronto, se los prometemos. ¡No olviden que ya pueden escucharnos en plataformas musicales! —anunció con mucha emoción mientras Sean y Marlo gritaban aullidos de emoción.

Dakota se rio feliz y se acercó a la rubia abrazándola por los hombros. — ¡Están en su casa! —gritó hacia el micrófono a todo pulmón. — No olviden, si pueden ir a visitarnos por alguna ciudad, estaremos muy felices de verlos.

El público en Taboo enloqueció vitoreando hacia el escenario, por el espacio se escuchaban como coreaban un "Taboo tour". El corazón de Faith dio un vuelco de felicidad mientras miraba a todo el público emocionado. Sus ojos inspeccionaron cada rostro hasta que dio con uno conocido; aún que no mucho.

Los muchachos bajaron del escenario mientras eran bombardeados por chicos y chicas pidiéndoles un autógrafo o una foto, claramente accedían con gusto. Uno de sus pactos como amigos era siempre agradecer a los fans por que sin ellos, la banda seria nada.

Una vez que Faith solio del grupo de fans emocionados buscó con la mirada aquella sonrisa enorme que había reconocido apenas. Camino un poco más y la encontró en la barra, pidiendo otro trago.

—¡Hey, tú! —gritó la rubia, haciendo que el chico se volteara a verla; no había duda, era el chico con quien había ido Justin algunos meses atrás.

Él se puso nervioso y enseguida esbozó una sonrisa tímida. — ¿Yo? —musitó sorprendido.

—Si, tú —hablo más relajada una vez que llego a su lado. Le dedico una cálida sonrisa. — mmm, como te...

—Soy Bess y tu eres Faith Boehm, mucho gusto —se presento con tal carisma que Faith también esbozó una sonrisa. El chico alto estiro su mano hacia ella y la rubia la tomo en un saludo.

—Bess, ¿Justin te habló de mi? —preguntó la rubia siendo lo más directa posible mientras lo miraba fijamente, a estas alturas la verdad era que no le importaba serlo.

Ya habían pasado semanas en las que ellos no habían vuelto a saber nada el uno del otro, tres semanas, para ser exactos, donde inclusive cuando Faith iba a la pista de hielo tenía la horrible fortuna de no encontrarlo ahí y estaba a punto de enloquecer. Necesitaba verlo. Necesitaba poner sus ideas en orden antes de irse.

El chico la miro realmente confundido. — ¿Justin Bieber? —preguntó el moreno con el ceño fruncido— ¿Lo conoces? —preguntó con asombro y Faith lamió sus labios un poco perpleja con la situación.

—Si... en realidad lo conozco muy bien, él... es parte de mi vida — dijo, dándole una entonación confusa, a lo que Bess solo frunció aún más el ceño.

—Oh, el no mencionó nada, vengo a este bar desde hace algunos meses y me encanta su banda chicos. —confesó con una gran sonrisa, pero aún con él ceño fruncido. — de hecho... —la señalo un poco con los ojos entrecerrados, como si estuviese hilando todo de repente— un día me encontré a Justin aquí y lo salude, fue una noche que logramos estar un poco más cerca del escenario, sé que el viene muy seguido.

—¿En serio? —interrumpió la rubia, Bess sonrió. Era perceptivo y un gran observador; la mano derecha de Faith enganchada en su codo izquierdo, el cual estaba estirado, le decía que cualquier cosa que el diga podía ser peligrosa, Justin le gustaba.

—Oh, si —se río un poco por el interés. — Viene todos los fines de semana por lo menos un día. — se alzó de hombros, no mentía. — Encontrarnos un fin de semana fue pura casualidad, aún que casi nunca se acerca al escenario, siempre se pone bajo los balcones. —señaló aquella parte donde era difícil de mirar desde el escenario.