Taboo |jb.

Bonus

23 de diciembre.

—Por favor, Faith —suplicaba Wayne por el teléfono. — No pasará nada con mamá, no estará en casa, ella dijo que iría a desayunar con sus amigas. —informó. — Papa y yo queremos desayunar contigo en noche buena.

—Wayne... —musitó la rubia sin saber muy bien qué hacer, levantó sus ojos verdes y miró a Justin, quien la miraba con una mueca.

—Por favor, esta es mi segunda navidad sin ti, te extraño demasiado, no te pido nada más. Te extrañamos mucho de verdad. —volvió a suplicar el pequeño.

—Bien, ahí estaré mocoso.

—¿De verdad? —gritó con emoción.

—Si —se rio un poco al escuchar como su hermano festejaba tras la línea.

—¡Lleva a Justin! —exclamó feliz, entonces el ojimiel, quien escuchaba todo por el altavoz, sonrió con mucha ternura.

—Ahí estaremos, pequeño. —afirmó.

—¡Adiós, chicos! —se despidió. — ¡Papá! ¡Faith y Justin vienen mañana a desayun...

Wayne colgó el teléfono de manera tardía, haciendo a los dos chicos reír.

—Bueno, entonces será desayuno con tu familia, cena con la mía y una noche completamente solos. —susurró Justin mientras se acomodaba en el sillón de Faith.

—Parece ser que así será, cariño —afirmó mientras caminaba hacia el sillón para sentarse junto a él.

—Me alegra pasar otra navidad como tú novio.

—Cierto —se rio un poco y se acosto en el sillón, dejando sus pies en dirección contraria a Justin, dejó reposar su cabeza en las piernas de él. — En total hemos pasado como quince navidades juntos como enemigos y dos como parejas.

—Y una navidad donde sacaste todos los juguetes del closet de tu mamá y caíste en un estado de histeria por que Santa Claus no existía. —recordó el ojimiel, miraba el rostro de Faith detenidamente mientras ella reía.

Colocó una mano en el abdomen de la chica y con la otra mano se dedicó a dar caricias a su cabello.

—Fue una terrible noche, seguro si no me hubieses consolado mientras lloraba escondida tras el árbol, hubiera habido varios heridos por el nivel de histeria que traía. —exageró.

—Esa noche el único herido fue el Santa Claus inflable que tenía tu madre en la entrada de tu casa —soltó un gran carcajada y Faith le hizo segunda. — Estoy seguro de que esa fue una escena eliminada de la película Kill Bill.

—Cállate, idiota. —manoteó Faith mientras reía fuertemente. — Lo merecía por...

El timbre suena.

La pareja se mira con intriga y fruncen el ceño en señal de confusión.

—¿Esperas a alguien, amor? —pregunta Justin.

—No, ¿tú?

—Tampoco.

Justin se levanta de su lugar y camina hasta la puerta para abrirla con cautela, entonces sus ojos se iluminan y suelta un chillido de emoción. — ¡Hermano!