Nuestra (Sakura-Harén Inverso +18)

V

Sakura

La luz del sol me da en el rostro, busco a tientas la cobija para cubrirme pero no la encuentro, recuerdo haberla dejado dónde siempre, no quiero moverme o abrir los ojos así que terminó alzando mi mano para bloquear aquella molesta luz pero me quedo quieta al sentir un terrible dolor de cabeza, mi boca se siente pastosa, casi como si el día anterior me hubiera puesto alguna borrachera destructiva, cosa que jamás he hecho, pero he escuchado de sus síntomas.

Abro los ojos con pánico al recordar que ya no estoy en aquella cabaña donde me había refugiado, si no en la mansión de los Uchiha, ¿Que mierda paso anoche?, lo último que recuerdo es a Indra buscándome y luego todo se vuelve borroso, no es la primera vez que mi lazo me hace ésto, pero tenía años sin experimentarlo, la última vez... bueno, prefiero no recordarlo, cierro mis ojos nuevamente y quisiera dejarme llevar por sueño, pero el jodido dolor de cabeza me está volviendo loca.

- ¡Maldición! - Gimo, ruedo por la cama, pero, ahí es donde me doy cuenta que no estoy sola, un cuerpo caliente y musculoso está a mi lado cosa que me hace despertar completamente, salto como un gato de la cama, cayendome nuevamente sobre mi pobre culo, me empujó con las piernas hasta topar pared y veo a Indra sentarse en la cama y alzar los brazos estirandose y bostezando.

- Lo bueno que es domingo, si no estaría preocupado - Murmura con los ojos cerrados, creo que aún no se ha percatado de mi presencia, la sabana que lo cubría se va deslizando, dejando al descubierto su torso y abdomen y diablos si no puedo sentir como mi boca se hace agua y algo más entre mis piernas.

No se que hacer, por un momento me quedo embobada viendolo, ya que ahora a la luz del día y plenamente consciente de todo, puedo apreciar cada detalle de él, anoche estaba demasiado asustada como para comerlo con la mirada como justamente estoy haciendo en estos momentos.

De él y Shisui, él es el que más perforaciones tiene, tanto en las orejas como en el rostro, sus uñas están pintadas de un esmalte color negro, tiene toda la pinta de un chico malo, y miento si no digo que los chicos como él son mi gusto culposo.

Indra mira para todos lados como percatandose que no está en su habitación - ¡Que demonios!.

Se levanta de la cama, dejando caer la sabana que envolvía su cuerpo, quedando totalmente expuesto y demonios, si no es una vista impresionante, músculos por dónde lo veas, tatuajes y una polla que por todas mis vidas pasadas es la mejor polla que he visto y solo he visto una y por accidente cabe aclarar.

- Indra, tápate, que ya no deseo volver a tener que separarte de el vínculo de Sakura. - Miro hacia la esquina donde no me había fijado estaba Madara, que al igual que Indra está sin camisa, pero por lo menos con pantalones, tiene unos cuantos moretones en el pecho y un sangre seca en el rostro.

- ¿Que demonios paso Madara? - La voz de Indra me hace despegar los ojos de su hermano mayor, que no luce para nada feliz, si antes me miraba como si fuera alguien insignificante, ahora me mira como si fuera una plaga y estuviera maquinando miles de planes para destruirme.

- ¿Que paso? - Madara camina como una pantera que está a punto de atacar a su presa, hay tanta ira y frustración en su voz, que muy pero muy en el fondo me siento mal por él, toma a Indra del cuello y lo empuja contra la pared- Te diré que paso, por andar de imbécil drogandote con Shisui perdiste el control de tu lazo y casi te vinculas con ella - Me señala como si yo fuera la culpable, como si yo fuera una mujer fatal que busca seducir a su inocente hermanito, Indra me mira por primera vez, como si a penas se percatara de mi presencia, pero, rápidamente vuelve su atención a Madara.

- ¡Y que diablos tendría de malo eso, es mi pareja y si ella me desea podemos vincularnos! - Madara lo suelta y murmura un montón de maldiciones.

- Imbécil, ella nos dejó, calma tus malditas hormonas y si quieres follar sal con una de tus amiguitas de siempre - Madara me mira con desprecio y sale de la habitación dando un portazo.