Sakura Senju, una chica que creció con los dones de la telequinesis y telepatía en un mundo donde las personas se dividen por ser dotados con habilidades especiales o ser simples humanos, nació siendo el lazo central destinada a seis hombres pertene...
- Hoy te vez más guapo de lo normal - Le sonrió a Sakura a través del espejo mientras acomodo mi traje, se acerca a mi con ese contoneo seductor que la caracteriza, luce como una reina con ese vestido color azul y la joyería de mi madre, unas gemas preciosas que iluminan sus ojos más de lo normal.
- Y tu, como siempre, cada día más hermosa - Me toma por la cintura y vemos nuestro reflejo en el espejo, es tan bella que me duele verla, con aquellos rulos rosas que caen por su frente y sus preciosos ojos verdes. - Y si nos quedamos en casa y no vamos a esa fiesta - Le planteo, ella sonríe con complicidad y me muerde el lóbulo de la oreja.
- Me encantaría Obito - Estoy a punto de comenzar a quitarme la ropa, cuando ella me detiene y niega con su dedo - Lo siento cariño, pero Naruto nos espera, tiene noticias de nuestros lazos.- Bufo con fastidio.
- ¿Deberás es necesario buscar más? - Me gustaría solo tenerla para mí, pero se que es un deseo egoísta, sabiendo que al igual que ella, mi alma llama por completar nuestra vinculación.
- Amor, sabes que los necesitamos, si algo me pasará. - La detengo antes que continúe y la tomo en mis brazos.
- Por favor nunca digas eso, está vida será la definitiva - Me sonríe con tristeza, sabiendo que el tiempo se nos escapa.
- Solo soy realista, sabes que tenemos demasiados enemigos, y es de vital importancia encontrar al resto, ahora somos demasiado débiles, para defendernos.
- Lo sé cariño perdóname - Me sonríe y me da un beso en los labios, aspiro su aroma tan dulce, ¿Cómo podría vivir sin ella?.
El recuerdo se esfuma como llegó, abro mis ojos y observo el lugar donde estoy, parece una cabaña vieja y por más que trato de saber dónde mierda estoy, no logro dar con la respuesta, me incorporo de una cama para nada igual a la que tengo en mi casa, es demasiado áspera y rústica, un dolor de cabeza me hace gemir y masajearme las sienes, tengo ganas de vomitar pero hacerlo dañaría mi orgullo.
- Vaya, ya has despertado - Mis ojos se abren tanto que siento que están por salirse de mis cuencas.
- ¡Sakura! - Me pongo de pie con dificultad pero ella se apresura a detenerme.
- Necesitas reponerte, iré a la cocina, tengo sopa en el fuego.
- ¡Espera! Dime qué hacemos aquí.
- Ahorita volveré y te explicaré todo. - Joder, ahora que recuerdo, yo morí, tocó mi cuello pero todo está en orden, me miró el cuerpo y todo está bien, demasiado bien, lo cual es muy sospechoso, y ahora que me doy cuenta, estoy totalmente desnudo y ella me vio así, mierda, pasan unos minutos y regresa, la observo con detenimiento y algo luce extraño en ella, viste un vestido de campesina de los siglos antiguos, y su cabello está demasiado largo de lo que lo recordaba, no se porque, pero siento que no es la Sakura que yo recuerdo, está se ve madura en edad, y su cuerpo es más voluptuoso.
- ¿Entonces, quieres explicarme que hago aquí, si se supone que morí? - Ella hace una mueca, como si solo decirle que morí le causará molestias.
- Obito, sigues muerto - La miro no creyéndole del todo, porque joder, estamos aquí, y siento mi corazón latir. - Mira, tu alma está navegando por tus vidas pasadas, y ahora estás en la última parada.
- No entiendo, que eso de última parada.
- Este lugar - Señala - Fue donde fuiste muy feliz, en una de tus vidas.
- ¿En serio? Porque es una porquería - Hace una mueca y sonrió, no se porque me gusta verla molesta.
- Esto es serio Obito, ya no hay vuelta atrás, una vez que cruces este último sitio dejaras de existir para siempre, no hay una reencarnación más, su ciclo se ha terminado, tu Sakura y todos tus hermanos moriran. - Me quedo de piedra, que mierda está diciendo, eso no es posible, todos sabemos que los lazos volvemos una y otra vez.
- No puede ser - No me preocupa mi vida, me preocupa que Sakura y los demás morirán por mí. - No entiendo.
- Obito, los lazos tenemos unas siete oportunidades, solo eso, y ustedes las han agotado todas, como tú ya no estás para finalizar la vinculación final, esto se acabó para ellos.
- No, no puedo permitirlo, ¿Que puedo hacer? ¡Dime! - La zarandeo por los hombros pero ella ni se inmuta.
- Tú nada, pero ella sí.
Sakura
Miro a los chicos y todos duermen, salgo de los brazos de Sasuke tratando de no despertarlo y no hacer ruido, nadie se percata de mi huida por lo que avanzó sin problemas, la sala está sumida en la oscuridad, únicamente la lumbre de una vela que acompaña a Obito, me acerco a su lado y lo descubro, solo han pasado un par de horas pero siento como si llevara una eternidad sin el.
- Obito, Obito, puedes escucharme - Me dejó caer en el suelo y lo abrazó, el frío que emana congela hasta mi corazón, me duele saber que todo salió mal entre nosotros, que jamás pudimos ponernos de acuerdo "Deja de lloriquear" Me regaña mi lazo, la ignoró como llevo todo el día haciendo, ha tratado de hablar conmigo pero la he bloqueado por completo, no quiero oirla después que me prometio que jamas volveríamos a perderlos y no pudo hacer nada por él, se que es estúpido sabiendo que también es culpa mía, soy una maldita inútil, "Deja de bloquearme chiquilla tonta, necesito que escuches, yo puedo traerlo devuelta" Me quedo quieta, esas simples palabras han regresado un poco de esperanza a mi vida.
- Dime cómo, haré lo que tenga que hacer - "Así se habla, hay un costo, pero creo que valdrá la pena"
Me acerco a Obito, y pongo mis manos en su cuello, concentro todo mi poder como me indico mi lazo y el dolor en mi cabeza estalla, sin embargo no me detengo, sigo hasta que de mis manos emanan una luz verde, de mi frente brotan unas líneas negras como tatuajes que cubren la mayor parte de mi cuerpo y de ahí... Pierdo la conciencia.
Cuando abro mis ojos, me encuentro con los ojos negros de un Obito pequeño que me miran con curiosidad, parece de unos diez o doce años y mi corazón se enternece por la pureza que hay en su mirada.
- ¿Quien eres? - Pregunta - Tienes muy bonito cabello. - Toma un mechón y lo acaricia - Es muy suave también.
- Soy Sakura - Me incorporo y observo a mi alrededor, estamos en la mansión Uchiha, solo que está es un poco más antigua.
- Sa...ku...ra - Saborea mi nombre en sus labios, como si fuera lo más maravilloso que ha escuchado. - Quiero que seas mi esposa - Me dice, toma mi mano y me guía, haciéndome bajar por unas escaleras - Y también de mis hermanos. - "No te dejes envolver, el es solo una fracción del alma de Obito, es la inocencia, deja que te guíe pero no pierdas tu objetivo, tenemos que llegar al núcleo de su lazo y hacerlo volver, tus dones han reparado su recipiente mortal, ahora solo falta recuperar su lazo y con eso ha de volver".
- Si eso se podía hacer, ¿porque en todas las vidas pasadas que tenemos jamás lo hiciste? - Le reprochó, prácticamente la escucho gruñir, "Porque la que siempre moría primero era yo, nuestros enemigos eran muy inteligentes, sabían que acabandome, ellos jamás tendrían oportunidad, los enemigos de esta época buscan poder, y te desean para alcanzarlo, estan demasiado cegados, esa es nuestra ventaja". - Bien, entiendo.
Si, lo sé, me desapareci muchoooooooooo tiempo, pero he vuelto, más o menos, quizás vuelva a irme otros Cinco meses y luego volveré, no lo sé, pero eso sí les digo, esta historia continuará, aunque con pausas largas 😩 perdón
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