XXIV

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Madara

- Madara, la familia Uchiha ha sido parte del consejo desde siempre, no podemos hacer nada por tu lazo, sería contradecirnos a nosotros mismos, a nuestras reglas.

- Padre, acaba de perder a sus padres, se la llevarán a un orfanato, podemos ayudarla, tenemos los recursos.

- Perdóname Madara, está vez no puedo ayudarte...

- Padre...

- Basta Madara, toma el papel que te corresponde en esta familia.

Quisiera haber tenido el coraje de enfrentarlo, se que estaba frágil, su corazón estaba devastado por la perdida de mamá, y lo único que le quedaba era su puesto en el consejo, era un anciano débil que se estaba aferrando a la vida de la única manera que sabía.

Tomó mis mantas y me envuelvo con ellas, no le pediré perdón a aquella niña, se que dije que debí hacer las cosas diferentes antes y las haré, pero tampoco me volveré su perro faldero, soy Madara Uchiha, no me inclino ante nadie.

- Pensando en la chiquilla aquella hermano - El tono de burla de Obito no me pasa desapercibido, una de sus manos cubre sus ojos y en una oreja tiene un audífono inalámbrico, escuchó mucho ruido, supongo que está escuchando aquella música sin sentido que le gusta.

- Al parecer no solo yo - Obito suelta un bufido y finge dormir para ignorame, se que se hace el fuerte, él debería ser mi pilar, pero su lugar lo tomo Itachi cuando fue capturado por Hanzo, debería haber vuelto a su puesto, pero simplemente él ya no era el mismo, tanto física como mentalmente, la prueba de ello es su cicatriz, de alguna manera desearía ser yo el que hubiera tenido que pasar por aquel infierno y no él. - Obito, ¿Algún día me contarás que paso en aquel lugar?. - Observó como su cuerpo se tensa, Obito es como un animal salvaje, si lo presionas puede atacar a amigos y enemigos por igual, ya lo ha demostrado.

- Te sugiero que te metas en tus asuntos hermanito. - Asiento dandole la razón, quizás cuando esté listo lo hará, o quizás nunca, pienso en el problema que nos aqueja ahora, ¿Dónde diablos se metió Hinata? mientras ella no vuelva, el regreso será difícil, muy difícil.

Sakura

Prometí tantas cosas antes de volver, una de ellas era apoyar la causa de la resistencia, otra, no vincularme con nadie más, pero mi alma llora por ellos, quise resistirme, Dios es testigo de ello, sobre todo sabiendo que sus vidas pueden terminar por mi culpa, no se que tanto control tengo sobre mi poder, mi lazo puede ayudarme, pero cuando pierdo el control, no soy yo misma, ni mi mismo lazo puede intervenir y frenarme, no quisiera hacerles daño a ellos, son unos imbéciles, pero son mis imbéciles.

También... tengo miedo de sus reacciones cuando sepan que en realidad sí asesine a mis padres, la culpa es un jodido parásito devorándome por dentro, de por sí ya me odian no se que harán cuando vean por si mismos que soy un monstruo, el peor de todos los monstruos.

Envuelvo mis piernas en las caderas de Itachi, no he dejado de besar sus labios, son tan dulces y suaves como él, desde el principio fue el único que no se portó tan mal conmigo, pese a que aún tiene dudas de mi huida el me quiere como su vínculo, lo se, por qué su corazón late tan fuerte como el mío, tomo su coleta y suelto su cabello, es tan hermoso que me duele el alma saber lo que tengo que hacer.

- Itachi - Beso sus párpados, sus mejillas y bajó hasta su cuello donde late su pulso con fuerza, paso mi lengua y su piel se eriza.

- Sakura, ¿Realmente deseas esto? Dios, dime qué si, por qué si dices que no, moriré, lo juró - Me toma del cuello y besa mis labios - He esperado por ti muchos años. - Sus ojos son dos brasas ardientes, rojos como la sangre.

Nuestra (Sakura-Harén Inverso +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora