One-shot (Famosas y Tú)

Adriana Lima

Model

POV omnisciente

Adriana Lima, la icónica supermodelo brasileña, siempre había vivido entre las luces cegadoras de las pasarelas y las cámaras de los fotógrafos más prestigiosos. Desde los 16 años, su vida había sido un torbellino de glamour, fama y fortuna, pero detrás de esa perfección se escondía un vacío que ni las portadas de revista ni los aplausos podían llenar.

Por otro lado, en una esquina distinta del mundo del espectáculo, ______ Santiago, una talentosa músico y compositora, había forjado su carrera con la misma intensidad que Adriana. Su música, cargada de emociones crudas y pasionales, resonaba con millones de personas, pero ______ era conocida por su temperamento explosivo y la intensidad de su carácter. Vivía para su arte, pero el amor había sido un campo en el que siempre había fallado, quizás por su obsesión con la perfección artística.

Se conocieron por casualidad en un evento de moda en París, una ciudad que siempre prometía lo inesperado. Adriana estaba rodeada de periodistas y fotógrafos, su belleza hipnótica capturaba la atención de todos. ______, invitada como un acto especial de la noche, la vió desde lejos mientras ajustaba los acordes de su guitarra antes de su actuación. En ese momento, algo en ella se rompió: la fachada de la músico arrogante, siempre tan segura de sí misma, se desmoronó al ver a esa mujer que parecía inalcanzable.

Cuando Adriana la escuchó tocar en el escenario, sintió algo similar. Las notas melancólicas y apasionadas de su música la atravesaron como un relámpago. Había escuchado su nombre antes, pero no estaba preparada para la intensidad de su talento, ni para el magnetismo que emanaba de ella, esa aura masculina la llamaba.

Su primer acercamiento fue cuando ______ tocaba mientras Adriana modelaba, así, por primera vez, tocaron sus manos, interactuando, finalizando en un reverencia por parte de la cantante y un beso lanzado hacia ella por parte de la modelo. Su primer momento juntas, inevitablemente el mundo se dió cuenta de aquella química de pocos minutos.

Después del evento, sus caminos se volvieron a cruzar en una fiesta privada. La tensión entre ellas era palpable, como dos imanes que se atraen con una fuerza irresistible. Hablaron toda la noche, descubriendo una conexión que ambas no habían sentido en años. Adriana, acostumbrada a los vacíos superficiales del mundo del modelaje, encontraba en ______ una autenticidad desgarradora. Ella, por su parte, veía en Adriana no sólo a la supermodelo, sino a una mujer compleja, llena de inseguridades y sueños incumplidos, una persona real y común como cualquier otra, no la llamaba por su fama, la llamaba por la persona que realmente era.

Se embarcaron en una relación apasionada y tormentosa. En los primeros meses, todo fue un torbellino de emociones intensas y fuertes, algo que jamás habían experimentado. Cada encuentro era una explosión de amor y deseo; cada separación, un abismo de ansiedad. Pero poco a poco, las diferencias entre sus mundos comenzaron a fracturar la relación.

Adriana vivía en el caos constante de los desfiles, las sesiones de fotos, y los viajes intercontinentales. Siempre rodeada de la superficialidad del glamour, se sentía sola en medio de las multitudes. ______, por otro lado, era un alma errante, inmersa en sus giras, viviendo para la música y alimentando su inspiración en los lugares más oscuros de su alma. Esa misma intensidad que había atraído a Adriana al principio, ahora comenzaba a ser un problema, no sabían cómo manejarlo. Las peleas eran inevitables; ella la acusaba de estar demasiado atrapada en su mundo de superficialidad, mientras la modelo le reprochaba por ser demasiado obsesiva con su arte, incapaz de dar el espacio que su relación necesitaba, se culpaban sin buscar solución y eso cada vez las rompía más.

El rencor creció entre ellas. ______ empezó a escribir canciones amargas sobre el desamor, muchas de las cuales indirectamente hablaban de Adriana, aunque jamás la mencionaba por su nombre, pero claramente, el mundo se daba cuenta de que eran dirigidas hacia la modelo, la brasileña también lo veía, no necesitaba mucha ciencia para saberlo. Adriana, mientras tanto, se volvía más fría, utilizando su carrera como un refugio para evitar confrontar la realidad de su relación rota, algo que también la había destrozado a ella. Seguían viéndose, como dos adictas a una droga mortal, incapaces de alejarse pero destruyéndose cada vez más con cada encuentro. No termina nada bien cuando se veían, siempre discutían, luego había sexo de reconciliación y finalmente, una pelea más, donde ______ siempre terminaba yéndose de donde sea que estuvieran, nunca lo arreglaban más y luego hacían como si nada hubiese pasado, dejando esas pequeñas heridas abiertas hasta que se infectaron y terminaron en lo que ahora son, desconocidas.