Isabelle Lightwood

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In the shadows

POV ______

La primera vez que la vi, su presencia fue como un relámpago en la oscuridad. Isabelle Lightwood, cazadora de sombras, siempre vestida de negro, con su látigo de electrum destellando entre las sombras de la batalla. Me escondí entre los escombros, observando a mi enemigo, con una mezcla de miedo y fascinación. No estaba allí para luchar, sino para huir. Yo, una simple demonio de bajo rango, en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

Isabelle:¡Demonio! -escuché su grito claro como el cristal cuando sus ojos oscuros se clavaron en los míos-

Sentí el latido rápido en mi pecho, un miedo visceral ante su poder, pero algo más me mantenía inmóvil, anclada a ese momento. No corrí. No pude. No podía hacerlo, es como si en ese instante, en el que nuestras miradas se cruzaron, algo me hubiese atado a ella.

Ella me lanzó un ataque, su látigo electrificándome la piel al rozarme, pero en lugar de matarme, titubeó. Algo en su mirada cambió. Se quedó paralizada por un segundo que pareció eterno, viéndome como si no supiera si debía acabar conmigo o no. En sus ojos, parecía haber sentido lo mismo que yo.

Nunca imaginé que vería a un cazador de sombras tan de cerca sin sentir miedo. Mi vida siempre había estado marcada por la huída, por la supervivencia en un mundo donde los cazadores cazaban y los demonios como yo simplemente trataban de mantenerse con vida. Pero Isabelle Lightwood cambió eso. Su mirada fue lo primero que me atrapó: oscura, intensa, cargada de una fuerza indómita. Esa noche, escondida entre los escombros de una batalla, fui incapaz de apartar los ojos de ella.

Era hermosa, pero no de la manera humana. Era como una tormenta: impredecible, devastadora, imposible de ignorar. Su látigo de electrum chasqueaba en el aire, destellando con la energía de runas ancestrales, y cada vez que lo hacía, un demonio caía. Yo debería haber sentido pánico. Pero lo que sentí fue fascinación. Ver cómo fácilmente acaba con cada uno de ellos, era tan impresionante, era sumamente fuerte y hábil, demasiado sexy, si me lo preguntan.

No estaba allí para luchar. Nunca lo había estado. Sabía que los cazadores de sombras no perdonaban, y aún así no podía alejarme de ese lugar. Algo en mí quería verla más de cerca, quería saber qué se sentía estar tan cerca de una cazadora que representaba todo lo que debería temer. Pero a la vez, todo lo que me atraía en una persona, fuerza, habilidad, porte, velocidad, pero con ese toque de sensualidad y pasión.

Y entonces, sucedió.

Nuestros ojos se encontraron. El choque de miradas fue tan poderoso como cualquier latigazo. Isabelle se quedó inmóvil, su cuerpo en tensión, lista para atacar, pero no lo hizo. Podía haber terminado conmigo en ese instante, pero en lugar de eso, bajó su arma ligeramente, como si se debatiera consigo misma. Parecía tener una lucha interna con el bien y el mal.

Isabelle:¿Qué haces aquí? -exigió, su voz cortante, pero curiosa-

Estaba sorprendida de que un demonio como yo no estuviera atacando, pero más sorprendida de si misma porque no me estaba intentando matar.

Mi garganta se cerró. Cualquier palabra que hubiera pensado decir se perdió. No sabía cómo explicarlo, ni a ella ni a mí misma. ¿Qué hacía allí, observando como una sombra entre las sombras? ¿Qué hacía ahí en vez de luchar o huir? ¿Por qué no podía?

______:No vengo a luchar -respondí. Mi voz temblaba-

Sabía lo que era: un demonio en el corazón de Nueva York, y ella, cazadora de sombras, tenía todo el derecho de acabar conmigo. Pero algo en su mirada me decía que no lo haría, parecía pensar y sentir lo mismo que yo, el de debate interno de ambas, ¿por qué no podíamos hacer lo que se supone deberíamos hacer? Intentar matarnos.

One-shot (Famosas y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora