One-shot (Famosas y Tú)

Billie Eilish

King of my heart

Narrador omnisciente

El eco de los aplausos aún resonaban en la distancia mientras Billie Eilish descendía las escaleras del escenario. Las luces brillantes que la habían bañado durante todo el concierto ahora parecían un recuerdo lejano, destellos que se desvanecen en la inmensidad del silencio del backstage. Se quitó los audífonos de un tirón, sintiendo cómo la presión que había estado acumulándose en su pecho comenzaba a disiparse lentamente.

Finneas:Buen trabajo, Billie -le dijo su hermano con una sonrisa tensa-

Billie asintió, murmurando un agradecimiento mientras se adentraba en el pasillo hacia su camerino.

Cerró la puerta tras de sí y se dejó caer en el sofá, mirando al techo. Sentía una extraña mezcla de euforia y vacío, una sensación que la había acompañado después de cada show en los últimos meses. Pero esta vez era diferente. Esta noche había un nombre que resonaba en su mente, una imagen que no podía sacudirse: ______.

Había conocido a ______ hacía unos meses, en una fiesta después de los premios Grammy. Ella no era famosa, ni siquiera trabajaba en la industria de la música. Era un artista visual, alguien que prefería estar en las sombras, creando y dejando que su arte hablara por ella. Billie se había sentido atraída por su aura tranquila, por la forma en que no se dejaba intimidar por la multitud de celebridades que la rodeaban. Había algo en ella que le recordaba a la calma antes de una tormenta.

"I'm perfectly fine, I live on my own," susurraba en su mente, la letra de una canción que había escuchado en bucle durante toda la semana. Taylor Swift, como siempre, diciendo lo que ella no podía. Billie se había acostumbrado a estar sola, a depender sólo de sí misma. Pero con ______, algo había cambiado. Sin darse cuenta, había comenzado a bajar sus defensas, a permitir que ella se colara en los rincones más oscuros de su corazón.

Se levantó del sofá y caminó hacia el espejo, observando su reflejo. Su pelo rubio caía desordenado sobre sus hombros, y su mirada estaba nublada por pensamientos que no quería enfrentar. "And all at once, you are the one I have been waiting for..." La letra volvía a retumbar en su cabeza. Era extraño, casi aterrador, cómo esas palabras se alineaban con lo que sentía por aquella chica.

______ no era el tipo de persona que buscaba atención, y tal vez por eso Billie la encontraba irresistible. Ella no trataba de impresionarla ni de cambiarla; simplemente estaba allí, aceptando todo lo que ella era: sus inseguridades, sus miedos, sus triunfos. Por primera vez en mucho tiempo, Billie sentía que no tenía que esconder nada, que no tenía que ser "Billie Eilish, la estrella del pop". Con ella, podía ser sólo Billie.

Esa noche, ______ estaba entre el público. La había visto desde el escenario, y por un segundo, se había permitido sonreír para ella, aunque el resto del mundo pensara que esa sonrisa era para ellos. Después del concierto, ella le había enviado un mensaje: "Increíble show. Te veo después."

Suspiró, tomando su teléfono y revisando la pantalla. Ninguna respuesta nueva. Había pasado media hora desde su último mensaje. Sabía que ella estaba cerca, que la esperaba en algún lugar de la ciudad, pero había algo que la detenía. ¿Y si esto era demasiado? ¿Y si abrirse a ella significaba arriesgarse a perderse a sí misma en el proceso?

Se sentó en el borde del tocador, con las luces del espejo reflejando su rostro cansado. "You are the one I've been waiting for..." La frase seguía resonando. Era difícil ignorar el peso de esas palabras, el peso de lo que ______ ahora significaba para ella. Sabía que ya no podía dar marcha atrás. Había construido su propio reino, su propio imperio, pero de alguna manera, ella había logrado entrar. ______ era el rey de su corazón como decía la canción, aunque nunca lo admitiría en voz alta.