· ¿Vamos a los establos?
· Bien
Yendo a los establos Agatha se para en seco y se lleva las manos a la parte inferior de la barriga, pone una cara de dolor intenso, se queda de cuclillas y emite un ruido expresando dolor.
Maximiliano se gira y al verla corre preocupado a ella
· Agatha, ¿estás bien?
La cara de ella expresaba que estaba pasando por un dolor muy intenso.
· ¡¿qué te ocurre, Agatha?! - dijo el joven italiano sin saber qué hacer
A duras penas, Agatha volvió a hablar.
· No... no te preocupes Maxi. Estoy bien...
· No, claramente no estás bien. Voy a llamar a alguien para que nos ayude.
Pero antes de que el muchacho pudiera salir corriendo Agatha lo agarró del brazo.
· Maxi, tranquilo. Se me pasará.
Maximiliano la miró confundido y asustado. Quería hacer algo.
· Ayúdame a sentarme en esa roca de ahí - dijo ella entre dolor señalando como podía
Poco tiempo estuvo sentada, pues ella adoptó una postura bastante extraña y poco elegante, tenía el tronco superior sobre el suelo y de caderas para arriba encima de la roca.
El joven italiano no daba crédito a lo que veían sus ojos.
· Pero qué estás haciendo. ¿Te estás burlando de mí? ¿es toda una broma? No me hace gracia Agatha
· Tranquilo Maxi, no es ninguna broma, es la única forma de que no me duela tanto. - dijo ella todavía dolorida
· ¿qué? ¿No es la primera vez que te pasa? Agatha un médico tiene que verte. Estos dolores no pueden ser normales, puede que estés enferma. Llamaré a tus padres.
· Quieto, no vayas a ningún sitio ni llames a nadie por esto. No estoy enferma ni mucho menos. Es solo el maldito periodo.
En ese momento, Agatha le enseñó una parte de la zona baja de su vestido interior manchado de sangre.
· ¿ves?
Maximiliano apartó la mirada al segundo
· ¡¿pero qué haces?! - gritó el avergonzado y tímido muchacho apartando la mirada al segundo.
Agatha se sorprendió porque nunca le había oído gritar.
· ¡Te explico por qué estoy así! - gritó ella algo enfadada mientras se incorporaba para sentarse en el suelo
Maximiliano no podía mirarla a la cara.
· ¡cómo eres capaz de hacer eso!
· ¡Qué pasa, somos amigos!
· ¡no de esta manera! ¿no te da vergüenza?
· ¡Por qué me iba a avergonzar algo por lo que tengo que pasar todos los meses! ¡No decido yo tener el periodo!
· ¡no lo nombres más!
Se quedaron callados por unos instantes.
· Eres como todos los demás - dijo ella mirando al suelo
· ¡Y tú eres una impresentable!
Inmediatamente Maximiliano salió corriendo dejando a la pequeña Agatha sentada en el suelo del camino dolorida y sorprendida por lo que había ocurrido.

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Agatha conoce a Maxi.
RomantizmAgatha y Maxi, dos amigos aristocráticos cuyo amor traspasará los muros de la sociedad de principios de siglo 19.