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· ¿Tu abuela se ha ido sin despedirse?

· Suele hacerlo siempre. Al igual que a mí, no nos gustan las despedidas. - dijo Agatha mientras observaba con fascinación los libros de la gran biblioteca de la mansión Mozzi. - wow, mira este, debe tener al menos mil años...

· Y seguro que es ilegible por lo que es inútil - dijo su amigo sin el mínimo reparo.

Cuando se percató de que su amiga no le seguía el paso se detuvo y se giró a ella. Le miraba con expresión de enfado.

· ¿ocurre algo?

· No hables así de los libros

· ¿por qué no?

· Porque pueden oírte. Y más si son tan antiguos... - dijo acariciando aquel viejo ejemplar.

Maximiliano parpadeó por un segundo.

· ¿perdón?

· No hables mal de los libros. O lo pagarás... - dijo con una sonrisa algo perversa

· ¿Que los libros oyen? - la miró con extrañez - ¿sigues teniendo fiebre?

· Yo lo creo así. - dijo muy segura de ella misma a la vez que continuaba admirando con fascinación los libros.

Maximiliano relajó el gesto y sonrió levemente.

· Mañana a qué hora te marchas - preguntó el joven algo apenado.

Agatha cambió su gesto a uno más triste.

· Por la mañana

· no comprendo por qué no puedes quedarte a la ceremonia de año nuevo... - dijo con un tono enfadado Maximiliano mientras pateaba un par de piedras del patio de su casa.

· Mi escuela obliga volver antes para hacer ensayos de cómo debemos comportarnos en dichas galas para cuando seamos señoras.

Maximiliano frunció el ceño y la miró con gesto enfadado.

· No me mires así, si por mí fuera, me quedaría aquí. Un ensayo de gala junto a decenas de señoritas atolondradas no es precisamente mi deseo de cómo acabar el año... - el agachó la cabeza y siguió pateando con su zapato – vamos, no te enfades

· No me enfado contigo

· Disfrutemos lo que nos queda.

Él suspiró con pesar. Le hubiese encantado pasar la nochevieja con su amiga, pero ahora tendría que soportar una cena llena de protocolo y aburrimiento al mismo tiempo que debería soportar a su primo.

· Qué quieres hacer - preguntó él - ¿quieres volver a los acantilados? Aún hay tiempo... - el joven se arrepintió un poco de su propuesta, pero si era el lugar favorito de su amiga y le hacía feliz ir, lo haría por ella.

· Mmm, no... ¿sabes? Me encanta ese sitio, pero por alguna extraña razón también me pone triste ir – ella le sonrió con dulzura a su amigo – imagino porque me recuerda a mi madre... - se puso algo triste - pero quería enseñártelo, eres mi mejor amigo - dijo con dulzura y volviendo a su alegría de siempre.

Él la miró algo serio y triste a la vez. Se arrepentía de haber ofrecido ese plan.

· por qué no intentamos ir a las cataratas

· Ni lo pienses, está nevado, solo podemos ir a pie y oscurecerá antes de lleguemos.

· Jo... - le puso ojos de corderito.

· no pienso ceder Agatha

· Vale...

Tras un largo paseo.

Agatha conoce a Maxi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora