Capítulo 7

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Serkan






—¿Entonces me va a ayudar o no?

— Mira, puedo apartarte una mesa, pero no sé cómo vas a hacerle para que toda la gente se calle, es muy difícil dado que esto es un restaurante y me estás pidiendo algo a último momento. Si lo hubieras hecho con anticipación, quizás habríamos dejado el restaurante vacío.

—No, no. Creo que todavía no entendiste. No quiero este lugar vacío, lo quiero donde haya gente, pero haciéndolo de esa manera. Serán dos segundos hasta que ya se recomponga.

»La idea es que vaya y enfrente sus miedos. Las personas. No lo hará sola, estaremos aquí con ella. No se trata de aislarla, se trata justamente, de volverla a involucrar en todo esto. Pero necesito que sean un poco más pacientes«

—Si acepta, yo vengo antes de ir a buscarla y les digo cómo me gustaría que se hagan las cosas, y ellos la hacen.

—¿Y si no quieren?

—Soy fiel creyente de que aún existe la humanidad. Confío en que lo harán. Sí Les explico la fobia que tiene mi novia, estoy seguro que van a ayudarme.  Además, este era el lugar donde ella solía venir. Le gustaba, y....

—¿Solía venir?—enchina sus ojos con curiosidad.

—Sí, según me dijo su amiga solían venir siempre.

—¿Y su nombre es....?

—Hazal.

—¿Hazal?—sus ojos se abren con sorpresa—. Pero señor, ¿Por qué no empezó por ahí? Sí, claro hagámoslo. 

—O sea que si fuera otra...

—Cállate— me dice mi hermana—. Gracias—le sonríe.

—Entonces, ven antes de buscarla y habla con los clientes.

—Excelente, nos vemos esta noche—prosigue Chanel.

Cuando nos alejamos, ella me agarra fuertemente del brazo sin detener el paso,  y, entre dientes, me reprime.

—Eras un reverendo idiota si le decías que por qué con otra no lo haría y con ella sí. Hoy no importan las otras, hoy importa ella. No abras la boca sino es para algo útil.

Sonrío satisfecho ignorando sus palabras, realmente estoy feliz, las cosas están saliendo bien y, pese que estoy nervioso, sé que Irán mejor.

—Lo conseguiste hermano, ahora vamos por ella.






La puerta del coche se abre.

—¿Por qué no entran? ¿Qué está pasando?—pegunta aún desorientada dentro del coche.

—Todo irá bien, confía en nosotros. Te quiero.

—Jace....ayuda, no me tranquiliza.

Asique au amigo solo se limita a contestar:

—¿Lista para pasar la mejor noche de tu vida?—le preguntan y ella tiembla.

Pia me mira y en silencio me desea suerte al igual que su amigo.

Suspiro profundamente y pongo el coche en marcha.

Está nerviosa, lo noto, su cuerpo, las lágrimas. Pero sé que, si llego a desatar el nudo en la corbata, me dirá que me detenga.

Y no voy a hacerlo.

Para aminorar el ambiente, prendo la radio. Justo entonces, suena Sugar de Maroon 5.

Y si en un primer momento, no quería dar a entender que era yo quién conducía, lo desconozco, lo único que sé es que estoy cantando esa canción y ella me acompaña.

Cuando la canción concluye, obviamente ya sabe quién está al volante.

—¿A dónde me llevas,Serkan?

—¿Tan fácil fue saber que era yo?

—Reconocería tu voz en cualquier lado. Incluso cantando.

Sonrío y agradezco que no pueda verme, porque reitero, con ella me siento un adolescente nuevamente, sonrojándose por cualquier palabra que diga y me prenda.

—¿Confías en mí?—pregunto tomando su mano.

—Sabes que sí.

—Pues entonces disfruta el viaje, que no falta nada para llegar.

Diez minutos bastaron para llegar a mi destino. Inspiro profundamente y cierro mis ojos.

—¿Sucede algo?

«La verdad es que sí, estás jodidamente sexi y muero por besarte. Besar esos labios que me encantan. Besar cada recoveco de tu cuerpo»

<<Pero no diremos eso>>

No.

Solo acerco mi boca a su mejilla haciendo uso de todas mis fuerzas para no ir más allá.

Me acerco a su oído y la voz me sale más ronca de lo que pensé.

—No te quites la venda hasta que te lo diga.

Me bajo, doy la vuelta al coche y abro su puerta. Extiendo mi mano hasta tocar la suya, y ella la toma.

El guardia que estaba fuera del lugar, se mantiene en silencio e ingresa.

Le dice a los comensales lo que les pedí antes de ir a buscar a Hazal, y entramos.

El silencio reina en aquel lugar y agradezco que se hayan prendido a esta locura.

—Aquí.

Veo cómo todos los ojos están puestos en nosotros. Incluso mis hijos, que están en la misma mesa que nosotros, aguardan en silencio.

— Yo estaré frente a ti, ¿vale? No me iré.

—¿Puedo quitarme esto?

—Aún no—contesto riendo apenas.

Le hago seña al mesero, viene y deja la comida. La habíamos pedido antes.

—Que lo disfruten.

—¿Dónde estamos?

—En un lugar que te gustaba venir pasada la media noche, cuando no había nadie.

—Pero....¿cómo?

—Digamos que.... recibí un poco de ayuda.

Y no hacía referencia a los aquí presentes. Sino a todos los que me apoyaron en esto.

—Pero...¿Cómo has hecho para que seamos solos nosotros?

—Ey, no está solo. Nosotros también. Lexie, Aiden, mi papá, tú y yo.

Sonrío y hago un asentimiento de cabeza para que un grupo de personas empiezen a hablar.

Luego otras.

Y otras.

De a poco va aumentando el número de personas, haciéndose obvia la presencia de más gente.

—Permíteme—me levanto, saco la corbata de sus ojos y sin separarme, le digo al oído —. Felicidades. Estás fuera de tu casa, rodeada de varias personas y comiendo unas ricas pizzas. Bien hecho.





















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Uno de mis capítulos favoritos. ¿Y hasta ahora? ¿Cuál es el suyo?

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora