Capítulo 35

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Septiembre







Serkan




—Este es el nuevo caso que nos trajeron.

—Son las mismas personas que hace dos meses atrás.

—Básicamente son las mismas personas que intentamos meter a prisión desde hace meses. Ahora se demostró una nueva prueba y esto podría acercarnos más a las de ganar.

—A ver, Rhett, antes de que yo me vaya a Italia, también pensamos eso y se nos fue todo por la borda porque resultó que una de las víctimas lo negó absolutamente todo. ¿Y ahora de qué sirve?

—Quizás este nos puede ayudar.

—¿Y qué sigue? ¿Que la semana que viene aparezca muerta?

—Ay, por favor, no lo manifiestes.

—Yo ya no espero nada de nadie, pero bueno, nos viene bien. Déjame que lo vea más a fondo y vemos que podemos hacer con esto, porque es lo único que tenemos, ¿no?

—Sí, las estuve revisando, realmente son muy útiles

—Bien, gracias.

Regresa nuevamente a su oficina. Bufo hastiado, mi mal humor a estas horas, está por más arriba del cielo.

No sé, realmente no sé, hasta qué grado mi día puede empeorar.

Esta mañana no encontraba un zapato y me puse de mal humor. Me levanto y salgo a la recámara. Bajo y me caigo de la última escalera,  no me quebré el pie, pero obviamente tuve que maldecir. Y por supuesto, como no podía ser de otra manera, mi hijo más chico repitió al menos hasta donde pudo, esa palabra. Lo que me enfureció aún más.

Fui a la cocina por mi desayuno, el café estaba frío, miro para ver si estaba enchufado y no, demoraría varios minutos que no estaba dispuesto a perder, así que salí de casa echo furia.

Cuando llego a la oficina, Pía se acerca y me informa que tenía una media de cada color, y todavía el pantalón del pijama. O sea que encima, no me había cambiado.

Indignado me encierro en el despacho y cinco minutos después aparece Rhett con unos pantalones que tenía en su oficina.

Cómo sino fuese suficiente, me lo puse, y cinco minutos después, salgo a por un café caliente. Cuando intento salir de la cocina, la puerta se abrió y ese mismo café hirviendo, fue directo a mi ropa,  haciendo que manche absolutamente todo.

¡Perfecto! ¿Qué más sigue?

Me senté casual, esperando que haya una nueva noticia, Rhett y aparece con esto.

De acuerdo, ¿qué prosigue?

Me levanto colérico, no quiero hacer absolutamente nada, y sé que, como estoy enojado, puedo mandarlo todo a la mierda.

Pero me repito que todo va a estar bien, que mi día puede mejorar, que nada va a salir mal.

Así que me despido de todos, tomo mis cosas, y vuelvo a casa.

Abro la puerta con una sonrisa, esperando a que mis hijos me reciban, a que Hazal salga de la reunión, entonces, unas risas llaman mi atención.

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora