Capítulo 26

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Serkan


Me despido de Daxen. De Aiden y Chanel.

Elvira enfermó, por lo que sería mi hermana la que estaría a cargo de mis hijos.

Subo las escaleras hasta que ellos desparecen de mi vista.

Una vez que me revisaron, subo al avión y busco mi asiento.

—¿Le tienes miedo a los aviones?

Giro a ver la chica que me acababa de hablar, supongo sería mi acompañante. Tendrá, ¿Qué? ¿La edad de Hazal? ¿Más chica? ¿Por qué todo me recuerda a ella?

Me trago la pregunta y respondo la suya.

—No, pero por lo que puedo ver, tú sí.

—Sí, un poco, y para colmo no es la primera vez que viajo en esta clase de vehículos. Quizá es porque lo hago sola. Quiero decir, anteriormente lo he hecho, pero con mi padre y mi madrastra. Bueno, tampoco madrastra, suena tenebroso y ella es un amor, pero es la prometida de papá, y...—sus palabras se detienen cuando hay una turbulencia, estaba tan alejada del presente que jamás se dió cuenta que el avión hacía un minuto, había despegado.

Yo rio ante aquello, digo, probablemente esté mal, pero no pude evitarlo.

—¿Sabes?, hasta recién me habías resultado un hombre agradable, pero luego de reírte así de mí. Soy Deva, digo, por si morimos quiero que pongan mi nombre en mi tumba.

<<Ay por Dios>>

Sí, este será un laaaaargo viaje.

¡Llevamos veintisiete años de casados! ¡Y vas a tirarlo a la borda por unos engendros!

¡Que son tus nietos!

¡Ni siquiera lo quiero a él como hijo! ¡¿Realmente creés que los tomaré a ellos como nietos?!

¡Mamá!—intervengo, todo este tiempo han discutido como si yo no estuviera allí.

Tú no tienes ni voz ni voto—masculla señalándome—. Me has arruinado la maldita existencia ¡Ojalá y la vida te castigue de la peor manera! ¡Sal de mi casa, tú y esa gorda!-señala a la futura madre de mis hijos.

Yo me pego la vuelta, y apenas si salgo al pasillo, que escucho a mi padre:

Sí, hasta los que llevan sesenta, si ya no hay nada, se separan. Acabas de romper lo último de paciencia que me quedaba. Voy a divorciarme de ti

—Ey, despierta.

Ni se te ocurra decir que todo va bien, Serkan. Sé que no es cierto, los acabo de escuchar.

Ella tiene el vientre demasiado abultado. Hoy nos dijeron que eran mellizos. Estamos felices pero asustados al mismo tiempo.

—Es solo una pesadilla.

¿Qué le pasa a mi bebé?—pregunta llorando en lo que Lexie parece no poder respirar—¡Haz algo! ¡Serkan!

Abro mis ojos de golpe ante aquel horrible recuerdo. No me doy cuenta de mis lágrimas hasta que la chica a mi lado me extiende un pañuelo y me sonríe afable.

—¿Grité?

—No. Solo te caían lágrimas, debió ser un horrible sueño para ponerte así.

Sonrío más para que se calme, que porque realmente quiera hacerlo.

—Lo fue.

Ella vuelve a su libro. Cuando leo el nombre, algo en mí se remueve, es el que Hazal me dió para que le comprara aquel día que la ayudé a ir a la juguetería. El día en que la besé por primera vez en público aunque nadie nos estuviera mirando.

Vuelvo mi vista hacia la ventana, disfrutando el paisaje, pero deseando que acabe pronto. Solo quiero tocar tierra e ir con ella.











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Vamos a Italia. ¡Que empiece la fiesta!

Se vienen muchas cosas lindas, pero también no tan lindas.

Espero que lloren si no lo han hecho hasta ahora.

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora