Serkan
Parpadeo hasta ver con claridad. Ya es de día. Miro en dónde mi cuerpo está apoyado, y la persona que duerme a mi lado, abrazándome.
De pronto, abre sus ojos. Antes de que yo pudiera cerrarlos y fingir que dormía, ella sonríe.
—Buenos días —susurra.
—Buenos días —le devuelvo la sonrisa y acto seguido, me besa. Es un beso suave, tierno.
—¿Dormiste bien?—se aleja.
Yo afirmo con mi cabeza y cierro mis ojos inspirando profundamente.
Nos levantamos. Es ella quien se aleja hacia la cocina, yo primeramente me daría una ducha.
Una vez dentro, ni ha llegado a pasar cinco minutos, la mampara abrirse me saca de mis cavilaciónes. Veo como Hazal se adentra conmigo, colocándose frente a mí.
Nos quedamos en silencio. Mantenemos una conversación sin emitir palabra, solo....con la mirada.
Y me dijo <<Aquí estoy>>, en silencio.
Y nos dijimos <<Te amo>>, con un beso.
Nos bañamos mutuamente,y luego de que cada uno se cambiara, nos dirigimos a la cocina. En ningún momento he soltado su mano. Es más, apenas traspasamos la puerta, la tomo con más precisión.
Mi cuerpo se contrae al divisar a mi padre sentado con mi familia, siendo uno de los comensales.
—¡Adi!—exclama Aiden, extendiendo sus brazos para que lo cargue.
Adi, es papi en idioma bebé de un año.
Y Ami, es Mami en el mismo idioma.
—¿Te sientes mejor?—pregunta Daxen luego de que tomáramos asiento—. Mamá nos dijo que anoche no te sentías bien. ¿Estás enfermo?
—No, hijo—le sonrío—. Todo está bien, calma.
Me deja un beso en la mejilla,tan corto que apenas si lo noto, antes de ir con Hazal y abrazarla.
—¡Adi!—de pronto el niño en mis brazos jala mi cabello haciéndome maldecir.
Todos estallan en risas y Daxen me reprime.
—¡Papi, no sé dicen malas palabras!
—¡Miela!—repite Aiden dejándome perplejo.
Todos callaron, y la peor parte me la llevo yo, cuando Hazal prácticamente me asesina con aquellos ojos. Estoy seguro que se guardaba las ganas de tirarme un plato encima.
—No, eso no debes decir, mejor di....—lo pienso—. Lindo. A ver, anda, repítelo.
Pero por supuesto, hace un mohín y niega con su cabeza.
¡Excelente! Sus ojos están llorosos, lo que significa que....
El llanto de Aiden invade la cocina y Hazal viene hacia mí, tomándolo en brazos.
—Ya, mi niño—lo mece calmándolo.
Ella se aleja, y como no podía ser de otra manera, Daxen los sigue.
Chanel, va detrás de ellos.
Traidora.
—Vaya—comenta mi padre mirando la puerta—. Cuando tu hermana me dijo que amaban a esa chica, no creí que fuera tan literal.
—¿Cuando te irás?—lo ignoro llevando la taza de café a mi boca.
—Hazal quiere que sea yo quien te la entregue en el altar.
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Serkan ✅ (# 2)
Non-Fiction«Nunca supe lo que era el dolor, hasta que lo viví a carne propia, y de la peor manera» © Todos los derechos reservados Queda totalmente prohibido copiar, manipular y/o extraer fragmentos del libro o algunas partes.