He estado esperando mucho tiempo para mostrarles este capítulo, espero lo disfruten, se estresen, y manden todo la mierda.
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Serkan
—O sea que.....¿El año pasado no festejó su cumpleaños?—Daxen abre sus ojos sin poder creerlo.
—Cierto—pongo la otra vela en el pastel.
—¿Y ahora le daremos una sorpresa?—sigue emocionado.
—Sí, por eso hay que ser silenciosos.
—¿Por eso estamos descalzos?
—Correcto.
—Pero, papi, mamá dijo que podemos coger gripe.
—Bueno, sino te ve...
—¿Qué propones?—se cruza de brazos.
—Yo te llevaré.
—Hecho.
Y aunque no se lo hubiera dicho, lo haría de todas formas. Tiene siete años, aún puedo cargarlo, aún me deja cargarlo. Hoy es mi niño, hay noches que duerme con nosotros, otros dónde nos pide que durmamos con él.
A veces me encantaría tener una máquina del tiempo y pausar esto, porque....no quiero que termine, quiero tenerlo siempre conmigo, protegerlos, pero...es parte de la vida, ¿No? Crecer.
—Papi, vamos—insiste él sacándome de mis cavilaciónes.
Daxen sostiene el pequeño pastel, y yo lo tomo en brazos.
—¿Papi?
—¿Sí?
—¿Hoy conoceremos al novio de tía Chanel?
—Exacto, ¿Por?
—¿Puedo tirarle mi bebida si llega a tener un comentario ofensivo?
Lo bajo de mis brazos una vez frente a la puerta.
—No.
Inclina su cabeza.
—Sé más inteligente, Daxen. Allí desperdicias bebida, y se puede lavar la ropa, busca otro medio—y sin más, abro la puerta.
Ella está riendo junto con Aiden.
Le cantamos el feliz cumpleaños y me alegró ser uno de los causantes de su sonrisa.
Dejo un beso en sus labios y mi hijo menor chilla, en lo que el otro solo hace un ruido de asco.
<<Ya le va a gustar>>
—¿Por qué esa cara?
Miro a mi hijo. Ojos interrogantes.
Mierda.
—Fue una falta de respeto muy grande lo que has hecho el año pasado. Mira que no avisarnos de tu cumpleaños.
—No estaba aquí, cielo. Pero ahora sí.
—¿Y te quedarás para siempre? ¿Ahora sí lo harás?
—Bueno, dentro de un par de meses nos casaremos, así que.....creo que no tiene de otra.
—Ey-me codea ella con una sonrisa.
—¿Te ofendió?—le pregunta.
—Sí—miente.
—¡No vuelvas a ofender a mi mami!—me sañala él.
Carajo.
—No, tranquilo—levanto mis manos como rendición—. Hazal es intocable.
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Serkan ✅ (# 2)
Non-Fiction«Nunca supe lo que era el dolor, hasta que lo viví a carne propia, y de la peor manera» © Todos los derechos reservados Queda totalmente prohibido copiar, manipular y/o extraer fragmentos del libro o algunas partes.
