Capítulo 27

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Roma-Italia
12 horas después








Serkan

La vida siempre está ahí, llenándome de sorpresas. Cuando creo que no puede impactarme más.

¡PUM! Tengo frente a mí, a Melek.

La cosa es que luego de habernos bajado del avión y buscar nuestro equipaje, me encuentro a mi ex mujer con un hombre.Por alguna extraña razón, mi compañera de viaje quería que conociera a su padre y madrastra.

La aludida saludó a su padre y abrazó a la mujer.

Es la prometida de papá.

Joder.

—Vaya—dice cuando estamos frente a frente.  Nos vemos más rápido de lo planeado.

La veo diferente. Más....¿Feliz? ¿Tranquila? Tiene un brillo en sus ojos que jamás vi.

—Estás....distinta.

—Lo tomaré como un alago—sonríe.

¡¿Hace cuánto que no me sonríe?! Nuestro matrimonio se basó en discusiones y de todo menos felicidad.

<<¿Problema con verla así?>>

En lo más mínimo, pero no vine aquí a tomar el té.

—¿Realmente quieres hablar de esto en un aeropuerto?

Reparo su estado. Tiene un brazo enyesado y el maquillaje no cubrió por completo el golpe en su pómulo.

—Tranquilo—dice y toma la mano de su acompañante —. Él no hizo nada.

Recién ahora, miro al hombre junto a ella.

Tiene que ser una puta broma.

—¿Tú?—mascullo.

—¿Se conocen?—se interesa Deva.

—Serkan, calma—se adelanta Melek poniendo una mano en mi pecho.

Mis puños están cerrados, estoy furioso. Intento dar un mísero paso, pero su voz nos detiene a todos.

—¡Basta! Por Dios, hablaremos de esto en otro lado. Créeme, Serkan, son muchas cosas.

Me calmo. Miro hacia otro lado y respiro profundo antes de volver a ellos.

—Bien—me limito a decir secamente.

Estamos en la cafetería del hospital.

—Sabía que ese imbécil iba a cagarla, pero no creí que así—riño—. Lamento lo de tu brazo.

—Lamento no decirte mi profesión.

—Bueno, aún sigo sin poder creer como lo has sobrellevado, ¿Pensabas que te juzgaría?

—Te puse en el mismo plato que tu madre. Ella me ha criticado por cada cosa desde que pasé aquella puerta. No iba a arriesgarme, amo mi trabajo, pero en aquel momento era una chica que lo único claro era que quería llevar el embarazo en paz.

—Pero no estamos aquí para que se tiren palabras de lo que sí y lo que no se dijeron. Estamos aquí por Hazal—interviene su futuro esposo.

—Esta es su dirección. Vive con sus amigos. Puedes hablar con ellos.

—No me iré de este hospital hasta verla.

—Ya te dije que no puede recibir visitas.

—¿No que estaba bien?

—Que esté inconsciente, no quiere decir que esté fuera de peligro. Menos los primeros días.

—Creí que eran las primeras veinticuatro horas. Pero me estoy dando cuenta que son puros versos de películas.

—Ve, descansa, y mañana vuelves, quizá despierte.

—¿No me has dicho que no reacciona a ningún estímulo?

—No lo sé, Serkan —insiste él —. Tal vez es tu voz la que necesita oír para despertar. Inténtalo, todos aquí queremos lo mismo.

—Yo lo quiero, así se van y me dejan tranquila.

Todavía intento procesar toda la historia, sus palabras. La charla que tuvo con Hazal.

—Calma, que apenas se me dé la oportunidad, no dudes que la sacaré de aquí, me importa una mierda si ella no quiere.

—No lo dudo. Pero ten cuidado, no hablamos de solo Hazal, hablamos también de un cínico suelto por ahí.

—Ese imbécil me tiene sin cuidado, ahora no es mi prioridad.

—Serkan.

—¿Qué?

—Ten cuidado. Él me disparó, me golpeó, atropelló a Hazal, ¿sigo? Mira como quedamos. No te tomes esto a la ligera. Piensa bien lo que harás, y hazlo con esto—señala mi cabeza—. No con esto —ahora mi corazón —. Recuerda que tienes hijos que te están esperando.

Los tres nos levantamos. Luego de dejar propina, salimos.

Nos despedimos, y yo tomé un taxi que acabó dejándome en la dirección escrita.

Golpéo la puerta, y no mucho después, esta se abre.

Antes de que pudiera decir algo, ella se adelanta con clara sopresa.

—¿Tú?




















✓✓✓✓

Jeje, ¿Quién piensan que es?

¿Qué tal su día? ¡¿Qué tal su maldito día?! ¡Lindo! ¡Feo! Los leo.

Les cuento que lo único bueno de hoy es que mis abuelos y mi primo con su novia, me tomaron como una escritora, en plan ,“Aquí estamos, merendando con la escritora“ “Imagínate que las personas sean las que estén horas haciendo fila para que les firmes  el libro”

Y todo porque voy a ver a María Martínez.

Y nada.... me puso muy sensible, y estoy llorando ahora mientras les escribo esto...

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora