Capítulo 45

127 6 0
                                    

Serkan

—Hazal, yo.....

—¡NO!—escucho el grito de mi hermana del otro lado de la puerta y me la cierra —. Ver a la novia antes de tiempo es de mala suerte.

—Ya, mujer, está bien, no es necesario que te enojes.

—¡Vete! ¡Largo! ¡Ni se te ocurra pasar! ¡¿No tienes otro caso?! ¡Esfúmate!

Bufo por lo histérica que se puso y bajo a mi oficina. El fin de semana es el juicio y....hablando con mi terapeuta, dije que....no importa si hay más niños o no, lo importante es que soy un sobreviviente. Que la gente no va a cambiar la forma de verme solo por lo que pasó. Y de ser así, mandarlos a la mierda.

<<Eso dijiste tú>>

Cierro la puerta de mi despacho y me siento. Prendo el ordenador cuando mi móvil suena.

—Dime, Rhett.

—No soy Rhett.

Todo mi cuerpo se tensa al reconocer esa voz. La reconocería, desgraciadamente, en cualquier lado.

—¿Qué quieres?

—Me resultó realmente increíble estár averiguando sobre ti y saber quién eres realmente. Pobrecito,¿no? ¿Qué opina la gente de ti aparte de que das lástima?

—¿Qué opinión tienen de ustedes por ser unos abusadores de niños?

—Esto que haces, no está funcionando, ya ríndete.

—Yo soy una.

—Y no tienes prueba de ello.

Las tengo.

—¿Qué quieres?

—La vamos a hacer fácil. Tú vas a perder el caso, nos dejarás a nosotros en paz, y yo dejaré a tu amiguito tranquilo, impoluto. ¿Qué te parece? Es una oportunidad única, ¿no crees?

—Lo único que creo es que ambos están mal de la cabeza.

—Probablemente, pero somos nosotros los que tenemos a tu compañero y sencillamente lo podemos hacer desaparecer del mapa.

— Sí, claro.

—¿Qué? ¿No nos crees capaz?

—Sí, pero el tema es que no me conocen a mí enojado.

—Ay, ya, que bien que cuando nos metimos contigo no has hecho nada. Te has portado de maravilla.

— Si lo hice, fue porque estaba drogado—mascullo—. Y no compares, era chico, tenía ocho años.

—Eras grande, solo que estúpido porque no supiste defenderte.

—Me golpearon hasta que todo mi cuerpo dolió.

— Bueno, tenía entendido que siempre has sido rebelde. En fin, tienes veinticuatro horas...

—¿Qué quieres?

—No vuelvas a interrumpirme. Quiero que niegues todo,  que nos deje en paz. Es eso, o te juro que lo mato a él y a todos esos niños.

—¿O sea que sí hay más?

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora