Serkan ✅ (# 2)

Capítulo 16

Serkan

Me levanto antes que ellos y voy a ducharme. Demoro más de veinte minutos a propósito.

Luego de vestirme, salgo y voy a la habitación de Aiden que chilla a todo pulmón.

—¿Hazal?—pregunta Chanel que lo mese intentando calmarlo en vano.

—Ya la llamo—beso la frente de mi hijo y regreso a la habitación de Daxen.

Cuando entro, veo a Hazal con él en brazos.

—¿Pero qué haces?—me acerco quitándole al niño—Puedes hacerte mal la espalda.

Lo dejo en la cama y ella me extiende la ropa.

—Aiden está llorando demasiado, puedes....

—Yo me encargo.

Sale y Daxen abre los ojos.

—Buenos días.

Él solo llora. Me siento en su cama y lo alzo. Me abraza y nos quedamos así por un largo tiempo. Yo en silencio, muriéndome por dentro.

—No quiero hacerlo, papi. No quiero despedirme de ella.

—Hijo....

—No me gustan las despedidas.

—Es que no te vas a despedir, solamente le vas a decir hasta pronto.

—¿Y qué? ¿ahora me dirás que no va a estar frente a mí? ¿a mi lado? ¿pero si va a estar en mi corazón? porque eso es tonto, eso no es cierto. No quiero ir, no pueden obligarme a hacerlo.

—Es tu hermana.

—¡Que murió! ¡Se fue! ¡Me dejó!—golpea con sus puños su cuerpo.

Yo no entiendo, realmente no entiendo, como un niño de 6 años puede reaccionar así.

¿Con los años van cambiando las generaciones? ¿Son distintas? porque tiene seis años, y reacciona o habla como si tuviera doce, y yo no sé qué mierda hacer, así que solo me limito a volverlo a abrazar y esperar que se calme.

✓

—¿Serkan?

—Fui un mal padre. Yo.....¿Qué faltó? ¿Qué hice mal?

—Hijo...—Elvira se sienta a mi lado.

Estábamos en su casa. Luego del velorio, Daxen insistió en venir aquí. Antes de que mi niña empeorara, solíamos juntarnos en esta casa, y ya había juguetes de ella. Pero Daxen.....no quería dejar nada.

—¿En qué me equivoqué, Elvira?—la miro con mis ojos húmedos en lágrimas.

—En nada, porque lo que pasó, no estaba en tus manos. Todos aquí sabíamos que las cosas podían empeorar.

—Pero....

—¿Papi?

Me giro al reconocer la voz de mi hijo. Está en los brazos de Hazal. Pegado como un imán, pero aún así, me acerco.

—¿Qué pasa?—acaricio su cabello con dulzura.

—Si yo me muero, ¿podré estar con Lexie?—pregunta con la mejilla apoyada en el hombro de la chica que me vuelve loco.

Elvira se va, dejándonos solos.

No sé qué decir. Separo mis labios, pero nada. Ese pensamiento me..... destruye.

Y entonces, como siempre, ella interviene con las palabras justas.

—Sí. O no—camina hacia una de las sillas. Se sienta, y lo aleja para que la mire—. Eso es algo que ni tú ni yo sabemos-posa sus manos en las mejillas de mi hijo—. Pero te diré algo que sí sé. Vas a destruirme, Daxen, vas a acabar conmigo, ¿comprendes? A ti te llega a pasar algo y....