Capítulo 39

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Dos meses después
Diciembre



Serkan




—No falta nada para la boda, por favor pon de tu parte—me reprime mi hermana.

—Tres meses.

—¡Dos!

—Es lo mismo.

—¡No lo es!

—Mira, por mi hasta en Las Vegas, siempre y cuando sea con Hazal. Así que, hermanita, déjame en paz. No me interesa la comida ni nada de eso. Solo lo primordial, ella—y señalo con mi cabeza la mujer que está afuera hablando con mi padre.

—Gracias—la miro.

—¿Y eso?

—Me salvaste, me pusiste primero, te llevaste todo el dolor. De verdad eres admirable, hermanito, bastante amargado y gruñón, pero lo que tienes de pesado, también lo tienes de bueno.  Te mereces todo lo lindo del mundo—y me abraza de costado.

Desde que decidí decirle aquello a mi padre, supongo que era la adrenalina del momento, que me hizo decirle a ella.

—Y también me alegro que visites a papá, o permitas que él venga.










—No voy a mentirte, me sorprendió el hecho de que quisieras adelantar tu sesión, y más en compañía, ¿todo está bien?

Me aferro a la mano de Hazal, que está a mi lado.

—¿Se acuerda de ese tema que dije que nunca quería tocar?

—Sí.

—Lo quiero tocar, porque ya estoy listo.

—Me parece perfecto, ¿y quieres que ella se vaya?

—No— digo rotundamente—. Quiero que se quede.

—Perfecto, entonces si te sientes más cómodo,  adelante.

Le cuento todo, cada detalle, cada momento, todo lo que le omití a mi padre, las partes que me salté con Hazal.

Ahora me libero profundamente y cuento inclusive que ellos son a los que quiero meter a la cárcel.

—Mira, todas las víctimas que estás diciendo, todas, están muertas, y el único vivo eres tú.

—Sé que hay más, en algún lado de la casa deben esconderlos. Así hicieron conmigo, me encerraron, me golpearon. Y recién ahí, cuando estaba vulnerable, me lastimaron.

—Tienes que hablar, Serkan, eres una clara víctima, superviviente. Si estás haciendo lo que estás haciendo, es para hacer justicia. Tu palabra cuenta demasiado. Si tanto crees que hay más, busca una orden, haz que la autoricen y allanen la casa.

Voy a descubrirlo, con o sin orden, entraré a esa casa y les demostraré que hay más víctimas allí dentro, y esa va a ser la última prueba que tenga para mandarlos a prisión.

Salimos de la sesión y me siento muy tranquilo, libre, como si me acabara de quitar un gran peso de encima.

—Quiero ver a mis hijos—le digo con una sonrisa.

—Pues vamos a buscarlos—pongo en marcha el auto—¿Serkan?

Giro a mirarla.

—Falta menos para la boda—informa emocionada.

Hecho a reír abiertamente ante las palabras. ¿Cómo podría olvidar esto? Si vengo contando los días desde que le pedí que se casara conmigo.

Se adelanta y me besa.

Cuando se separa, pongo en marcha el coche y ella prende la radio.

Sugar de Maroon 5, suena.

La miro de reojo como canta  a todo pulmón, y me alegra.

Me alegra saber que ella está en mi vida y que será mi esposa.

Me alegra saber que, luego de todo, encontré a una mujer que me entiende, me apoya, que pese a todo, ama a mis hijos como si fueran suyos propios.

Por más cruel que llegue a sonar, agradezco que Melek se haya ido. Que Hazal se haya escondido. Haberla conocido.

Agradezco que, luego de tanto dolor, al fin pueda ser feliz.

Soy conciente que aún quedan problemas por enfrentar, pero tengo un apoyo, alguien que me entiende y está ahí para mí. No es dependencia, es compañerismo.























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Nos vamos acercando al final, ¿Están listos?

Serkan ✅ (# 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora