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Ya dentro del centro comercial podemos observar a la multitud, casi siempre hay gente y más en el centro comercial más famoso del pueblo. Nos disponemos a caminar hacia un restaurante de hamburguesas. Tomamos una mesa para cuatro personas y cada uno toma asiento en una silla diferente, Max al lado de Nancy y Eddie al lado mío, comenzamos a leer la carta, Max tiene la mirada perdida.

-oigan... Creo que no pediré- dice Max.

-¿Por?- respondo.

-no tengo hambre... Y no traje dinero para pagarla- la forma en la que se pellizca la muñeca me hace saber que está mintiendo, Eddie baja la carta lentamente revelando su rostro.

-zanahoria si el problema es el dinero, no te preocupes por eso... Ahora come algo- dice Eddie y ella niega.

-no de verdad, no es necesario- se niega.

-Max... No pasa nada, aparte yo también puedo pagarte algo- dice Nancy dándole más confianza.

-deja de hacer berrinche y pide lo que quieras- dice Eddie aún leyendo el menú, la zanahoria rue noda los ojos pero termina cediendo.

...

Después de un rato el mesero nos entrego el pedido de cada uno y todos comenzamos a comer.

-Elizabeth- me llama Nancy seriamente, yo doy una mordida a mi hamburguesa con extra queso.

-¿Qué?- digo con la boca llena de comida.

-¿Estás segura que no recuerdas nada de tu pasado? Me parece irreal que no sepas nada- dice Nancy, me le quedo viendo y después de unas masticadas, trago.

-yo me he hecho la misma pregunta... Pero en realidad no se nada, lo juro- tomo una servilleta y limpio los alrededores de mi boca.

-¿Y entonces como llegaste a manos de los Munson?- dice ella tomando una papita frita y después cubrirla de capsup.

-ah pues... Eso sí lo recuerdo, llegué a los Munson a la edad de nueve años, de los seis para atrás no recuerdo nada- explico y todos me ponen atención, Nancy me hace seña para que prosiga.

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NARRADOR OMNISCIENTE

-California - Sacramento 1957

La Sr. Olivia había terminado de hacer sus compras, ya que, había tenido un largo día en el Orfanato de San Antonio y por ende no le había dado tiempo de ni siquiera darle una barrida a su hogar.

Salió del mercado con dos bolsas en las manos y se dirigió a su auto, estaba agotada y necesitaba unas vacaciones urgentemente, los pies le dolían a más no poder y le fastidiaba la idea de que todavía tenía que llegar a su hogar a hacer el aseo que no había hecho en el día, estresada... Metió las bolsas a la cajuela y rodeo su auto para subirse y comenzar el trayecto, más al intentar meter las llaves pudo presenciar una figura a lo lejos... Se quedó allí para ver de qué se trataba y al poder distinguir que era no dudo en bajarse del auto... Se trataba de una niña de no más de seis años, ella no sabía que hacía ahí en medio de la calle y peor aún, con este frío de invierno, ella se acercó a la pequeña preocupada.

-hola- saludo con dulzura para no asustarla, la pequeña solo se le quedaba viendo como si se tratara de un alien o algo ectraño.

-¿Dónde están tus padres cariño?- dijo ella poniéndose de cunclillas para estar de su estatura, la pequeña no hablaba, ni siquiera emitía ruido.

-¿Eres muda?- pregunto amablemente la Sr. Olivia pero aún así la pequeña no contestaba, ¿Y si era sorda? ¿Sorda muda? Tal vez... De cualquier forma no permitiría que pasara las horas ahí plantada en la calle, la tomo de la mano y la guío lentamente hacia su auto.

¿𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐨𝐫 𝐇𝐞𝐫𝐨?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora