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He estado las últimas semanas en casa de Nancy, obviamente sus padres no lo saben, el señor Wheeler trabaja de Lunes a sábado y solo descansa los domingos, mientras que la señora Wheeler solo se encarga de preparar la cena y pasa la mayoría del tiempo fuera de casa con la pequeña Holly, por eso sus hijos van y hacen lo que quieren y realmente no les preocupa que estén haciendo. He ayudado en una casa que no es mía pero que como estoy quedandome aquí tengo que ayudar en algo.

Barro el lugar y doblo las cobijas en las que me he quedado a dormir, sé que no es mucho pero algo es algo. Nancy fue a bañarse y después yo, después iremos a su trabajo dónde gracias a ella tengo acceso a las máquinas para ver los periódicos antigüos, es a lo único que me he dedicado estás semanas, también he ido como cosa anormal a mis clases, pero... No he visto a Eddie. Mi mente a veces sobrepiensa y tiene la necesidad de ir al remolque porque tal vez otra vez este jodido o tal vez lo encuentre drogado como siempre...

Meneo la cabeza en señal de negación, eso es lo que él quiere, que lo busque, y no puedo permitirlo, no está vez... Me está doliendo la distancia pero si regreso, todo será exactamente igual.

Bajo hacia la cocina a dejar la escoba en su lugar, la casa está sola... El señor Wheeler nuevamente salió a trabajar desde temprano, la señora Karen fue como de costumbre a sus clases de yoga junto con Holly y Mike... Bueno, Mike nunca está en casa, así que solo estamos Nancy y yo, en la casa solo se escucha la regadera y el cu-cu de un enorme reloj. No sé porque me gana la curiosidad de pasearme por toda la casa, y así lo hago.

Paso lentamente por la habitación principal donde hay un montón de cuadros familiares, miro con atención y lentamente cada una de ellas. En todas están los integrantes de la familia Wheeler o en algunas otras están todos juntos, hay muchísimas fotos de Mike, Holly y por supuesto Nancy. Una capta mi atención y no dudo en tomarla, está algo polvosa pues estaba hasta el fondo de todas, se trata de Nancy en medio, la señora Wheeler a la derecha y el señor Wheeler en la izquierda, los tres sonriendo con gran orgullo por la graduación de Nancy, mis dedos se deslizan por el marco metílico... ¿Porqué yo no? Miles de preguntas me invaden y al mismo tiempo estás mismas me causan un sentimiento de vacío.

¿Me abandonaron? ¿Me querían? ¿Estarían orgullosos de mi? ¿Y mi madre? ¿Y si...?

-¿Eli?- la voz de Nancy me sorprende tanto que pego un brinco, la veo entrando a la habitación principal.

-lo siento... Yo solo estaba mirando las fotos- nerviosa dejo el cuadro de nuevo en dónde estaba.

-no, no te preocupes, está es tu casa... Solo quería avisarte que te toca- sonríe y yo también.

-por supuesto, no tardo-

-esta bien, estaré haciendo unos cambios al escrito- como ella trabaja haciendo su propio reportaje pues tiene que reunir información y editarla para después imprimirlo en el papel. Subo las escaleras de prisa y me meto al baño dónde por alguna razón cuando entro y cierro la puerta detrás de mi una lágrima se desliza por mi mejilla, y luego otra y otra hasta hacerse un verdadero mar. Estoy sorprendida porque ni siquiera emito sonidos o hago expresiones de tristeza, simplemente cae lágrima tras lágrima. Algo anda mal, me limpio la cara con el antebrazo y tomo los extremos de mi blusa para deslizarla hacia arriba, desabrocho mi pantalon y lo deslizó hacia abajo, hago lo mismo con las bragas y con el brasier. Procedo a meterte en la tina donde me tapo con la cortina de baño y enseguida abro la llave del agua caliente, no tarda mucho en salir. Comienzo a ducharme como si no hubiera sentido un sentimiento más vacío que nada pero es inútil no pensar en ello que terminó llorando de nuevo.

Es un sentimiento en el cual sientes demasiada frustración, sientes un hueco en el pecho que no duele ni nada pero está ahí, es un sentimiento inexplicable, simplemente es una tristeza que no puede controlarse. La ira me invade que aprieto los puños con demasiada fuerza, hasta que un crujido hace que aquella emoción se desvanezca por arte de magia, mi cabeza automáticamente se gira para averiguar de dónde vino ese crujido y mis ojos se van solos hacia la esquina de la regadera donde veo una grieta demasiado grande, aunque se que yo no hice eso me pongo nerviosa, no ¿Y si sí lo hice yo? No hay forma de que yo repare una grieta por mi misma así que mejor agarro la toalla y me envuelvo en ella saliendo de la regadera, mis ojos se van hacia otra esquina donde también hay una grieta, menos grande que la anterior pero la hay... Mierda.

¿𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐨𝐫 𝐇𝐞𝐫𝐨?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora