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Llegamos a la patética preparatoria para recoger nuestra mercancía, Eddie y yo estacionamos la van a unas tres cuadras de la escuela, para asegurarnos, la calle está sola, silenciosa y fría, baje con una mochila pequeña sobre mi hombro, dónde traigo las linternas, y otras cosas.

-andando...- dice Eddie cerrando la puerta.

-andando...- yo también cierro la mía, empezamos a caminar, admito que está demasiado frío, ya se acerca la estúpida navidad y año nuevo.

-¿Dónde le dijiste a Jeff que pusiera la mercancía?-

-atras de la escuela- dice rascando su nariz, emprendimos camino hacia el lugar.
Pasamos por un callejón de la preparatoria dónde seguramente muchos van a besarse y después nos acercamos a unos arbustos dónde tuvimos que patalear y golpear para romper las ramas.

-mierda...- dije al sentir como se me atoro el pie en quien sabe dónde.

-¿Todo bien?- Eddie paro su andar.

-si, solo me atoré- volví a patalear pero efectivamente... Estoy atorada.

-oh, déjame ayudarte- asiento, eddie se pone de cuclillas ante mi y comienza a hacer no se que cosa pero logra desatorarme.

-listo- informo parándose de su sitio, la distancia entre nosotros era casi corta, casi rozamos narices pero Eddie fingió no haberlo estado y se alejo.

-deberiamos sacar las linternas- estoy de acuerdo, esto se está haciendo más oscuro.

-si, ahora las saco- bajo el cierre de la mochila y tomo una para Eddie, este la toma y la enciende poniéndome "accidentalmente" la luz en la cara.

-mierda Eddie, que te pasa, vas a dejarme ciega- tapo mi cara de la luz y este ríe.

-es tu culpa, te pusiste en medio de mi camino-

-jodete munson- vuelve a reír, saco mi linterna no sin antes frotarme los ojos, hijo de puta si me dejó ciega, volvimos a caminar iluminando el camino y buscando la maldita lonchera, más le vale a Jeff haberla dejado dónde Eddie pidió.

-mierda Eddie, creo que lanzo la puta lonchera al inodoro o la enterró porque no veo nada- informe buscando como podía.

-maldito Jeff, si no la encontramos entonces lo sacrificaremos- también dijo y yo eche una risita, cuando ví algo negro a lo lejos.

-¡ya la vi!- escuchó sus pasos correr detrás de mi, y afortunadamente, si es la lonchera.

-¡Si! ¡Mi preciosa!- dice Eddie al verla sana y salva, la tomé entre mis manos dejando caer mi linterna al césped, abro la lonchera y afortunadamente, la mercancía está ahí, maldito Eddie si lo sorprendían con esta cantidad, está sería su primera noche en la cárcel.

-¡Joder Jeff, te amo!- grite aliviada.

-¡Si yo también lo amo!- dijo Eddie al ver su mercancía intacta, empezamos a dar brinquitos como si fuéramos unos niños pequeños descubriendo un tesoro, de pronto Eddie se puso serio de la nada, me quito la lonchera de las manos dejándola caer por ahí, mi risita se desvaneció, tomo mi rostro entre mis manos y sin pensarlo estrello sus labios contra los míos. No sabía que hacer, solo sentía la calidez de sus labios, no tenía ni la menor idea de que estaba haciendo pero me gustaba, comencé a mover mis labios tratando de combinar con los suyos, después pude recuperar el ritmo y ahora nos estábamos comiendo toda la boca, enrolle mis brazos sobre su cuello, sus manos pasaron de estar en mi rostro a estar en mi cintura sujetándola con fuerza.
Nuestros besos empezaron a hacer ruido, los podía escuchar pero no quería parar, me estaba quedando sin aire pero no quería frenar y se notaba que el tampoco, al querer tomar aire un gemido escapó de mi boca, Eddie sonrió, no podía verlo pero si sentirlo, cuando nos quedamos sin aire apoyamos nuestras frentes tratando de recuperar el aliento que ambos habíamos perdido, aún sujetaba mi cintura mientras que yo tengo mis manos sobre sus hombros, la pregunta ahora es ¿Ahora qué mierda hago? Acabo de besar a mi mejor amigo de toda la puta vida y fue el MEJOR PUTO BESO QUE HE DADO EN TODA MI PATÉTICA VIDA, incluso ya no siento mis pies estar de puntitas, lo hice inconscientemente, siento un gran cosquilleo en mi abdomen bajo, como si tuviera cólicos pero estos se sienten más agradables, me encanta esta sensación de tener sus manos en mi cintura y apretarla, mierda me encanta su estúpido aroma a cigarrillos, y me encantan sus malditos labios, no puede ser... ¡¿Estoy enamorada de Eddie?! Mis pensamientos son interrumpidos con la pregunta, que hace que me aleje de un golpe de el, me mira confundido y claramente lo está, y yo también.

¿𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐨𝐫 𝐇𝐞𝐫𝐨?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora