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Ha pasado una semana desde los acontecimientos pasados, he estado evitando a Alexander en todos lados... Incluso dejo de juntarse con nosotros en el receso, cosa que agradezco porque hubiese sido muy feo correrlo por la incomodidad, en clases me siento en una banda de hasta el fondo. Mientras tanto Eddie y yo por ratos vamos al famoso cuarto del conserje para besarnos desesperadamente... Una cosa que no a sucedido esque no hemos comido por alguna razón, quiero decirle que quiero hacerlo... Tal vez piensa que aún no estoy lista pero la verdad esque no paro de pensar en las mil maneras que puedo cojer con el.

Cierro mi casillero después de recojer un poco de droga para mí, siento esa sensación de cólicos en el vientre y entonces ese líquido chorrear... Mierda... No me jodas.

-no, no, no... No- digo mientras vuelvo a abrir mi casillero y rebuscó cómo rata en la basura alguna toalla o tapón, espero y no me haga mancha, mi desesperación aumenta al encontrar nada, cuando lo cierro me encuentro con su desagradable rostro.

-elizabeth por favor... ¿Podemos hablar?- Alexander pide.

-no, no podemos... Regresa por dónde veniste- empiezo a caminar en dirección del baño de chicas y el estúpido comienza a caminar a mi lado.

-por favor... Soy un idiota, solo déjame disculparme- sigue insistiendo.

-¡Qué no! ¡Lárgate!- me detengo y gritó llamando la atención de todos en el pasillo, Alexander traga saliva y al ver el silencio incómodo sigo con mi camino, cuando entro al baño de chicas busco una moneda para la estúpida máquina de tampones.

-¡Mierda!- no encuentro ninguna puta moneda, me alejo unos centímetros y extiendo mi mano para con mi don destapar la tapa, cuando lo hago está se azota y me revela algo que no me gusta para nada, no hay ni un solo tapón.

-¡MIERDA!- comienzo a pegarle a la máquina como loca.

-¡Eres una mierda! ¡Vete al carajo! ¡Jodeteee!- mi irá desaparece casi en un segundo cuando una chica se pelo corto y castaño entra y se queda estática en su lugar, ambas quedamos estáticas viéndose una a la otra.

-amm... Creo que yo tengo un tapón por aquí- dice después de casi veinte segundos en silencio incómodo, rebusca en su bolso marrón y después sonríe.

-aqui está- me lo ofrece, está envuelto en su respectivo papel verde.

-em... Muchas gracias... Eres mi salvación- lo tomo y rápidamente me meto a un baño.

-no hay de que... Las máquinas de tampones casi nunca están llenos- la escucho decir mientras yo me ocupo de meter aquel tubo de algodón en mis adentros para tapar mi estúpido periodo.

-¿Casi nunca o nunca?- digo y ella ríe, cuando terminó salgo a lavarme las manos.

-tu nariz gotea- dice, ella es bonita, muy bonita diría yo. Me miró en el espejo y efectivamente está goteando.

-ah si... Es por mi...- me callo al segundo.

-solo me pegue, no es nada- retomo y ella asiente.

-soy Nancy...- dice.

-espera ¿Nancy Wheeler?- digo y ella se sorprende un poco.

-oh... Si, soy ella- ríe.

-me dijeron que estabas buscandome... Soy elizabeth...- ella parece atar cabos.

-si, efectivamente he estado buscándote... Necesitamos hablar- me quedó sería.

-¿Hablar? ¿De que...?- inclino un poco la cabeza.

-Dustin Henderson es mi amigo y vino a contarme sobre... Ya debes saberlo-

¿𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐨𝐫 𝐇𝐞𝐫𝐨?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora