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-¿Chrissy vino a verme?- me encuentro lavando las ventanas, Edd me ayuda pero solo para pasarme el jabón y el trapo, ya puede levantarse de la cama sin tanto esfuerzo pero aún no puede estirarse o esas cosas.

-si, si vino... Y te trajo unos horribles girasoles- tallo la ventana con la esponja y jabón.

-¿Enserio? ¿Y dónde están?- le señalo que me dé el trapo a lo que el obedece y me lo tiende esperando mi respuesta.

-ella misma se las llevo- respondo secando el agua de la ventana.

-¿Y porque? Si se supone que eran para mí- suspira y recarga su espalda en la pared.

-le dije que eran horribles...- me dirige una mirada bastante juzgona.

-¿Qué? No me veas asi, tu sabes que odias los girasoles-

-si pero...- se queda callado y piensa que va a decir.

-¿Pero?- espero a la tontería que va a decir.

-los acpetaria solamente por ser ella quien me los dé- ruedo los ojos, odio tener este tipo de conversaciónes.

-¿Porque me ruedas los ojos?-

-es una tontería Edd, me molesta que intentes ser algo que no eres, fingir que te encanta el rosita y los girasoles cuando prefieres un puto murciélago o rosas marchitas- se queda callado viéndome con atención.

-me molesta... ¿Y sabes porque me molesta? Porque me conoces tan demasiado bien- me sañala y bufa.

-en fin... Lo único que me tiene en cierto desconcierto es... Ella solo vino a verme un día, después me olvidó- lo miro de reojo, veo su mirada decaída, ahora me siento mal por haberle prohibido a Chrissy venir a verlo.

-no... En realidad, ella quería seguir viniendo- me ve confundido, termine de limpiar la ventana y ahora sí ya puedo dedicarle toda mi atención.

-yo le prohibí venir a verte- su boca se abre grande.

-¿Qué hiciste qué?- quiere que lo vuelva a repetir para asegurarse de que lo que dije es cierto.

-espera antes de que me juzgues... Lo hice por un motivo-

-¿Qué puta excusa sacarás ahora?-

-si seguía viniendo sería demasiado obvio, el oficial hopper vino y te interrogó, también lo harían con ella y tal vez la culparían de algo más que solo haber prestado su casa... Probablemente le darían alguna multa por permitir que se vendieran drogas-

-¿Venta de drogas? ¡Por dios elizabeth, nosotros somos los únicos vendedores de droga! ¡Nosotros nisiquiera llevamos hierba a la fiesta!- me grita a lo que cierro los ojos.

-¡Podrías pensar con lógica por una vez en tu vida!- yo también contraatacó.

-¡Por eso aveces te odio! ¡Crees que puedes tener autoridad de con quién hablo y con quién no! ¡¿Crees que soy un puto niño!?- niego con la cabeza.

-¡Claro! ¡Yo soy la única mala del cuento! ¡Yo no puedo prohibirte pero tú a mí si!- comienzo a empujarlo con las manos.

-¡Por amor a satán! ¡Nunca he hecho semejante tontería!- el me toma de los hombros para que detroceda, su fuerza hace que si lo haga.

-¡¿A no!? Aparte de pendejo ¡Mentiroso!- esto último hace que un vaso de cristal se rompa, ambos volteamos a ver, seguramente otra vez fueron mis poderes que no logro contener, ambos quedamos en silencio demasiado tenso, nuestras respiraciones están aceleradas, ambos estamos enojados.

¿𝐅𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐨𝐫 𝐇𝐞𝐫𝐨?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora