UNDRESSED {Camren}

T R E I N T A Y D O S

Me puse un vestido rojo fuego que dejaba ver más de la mitad de mi muslo. Me sentía con el corazón lleno de despecho. Dinah se había pasado todo el día que habíamos pasado en Italia mirándome. Yo no respondía a sus miradas y trataba de hacerme la despistada para evitar alguna escena de celos. Cosa que a Lauren no le importó ni le interesó hacer mientras se revolcaba con la puta rubia.

Me puse unas altas zapatillas negras y tras haber delineado mis ojos, me dispuse a pintar los labios. Me detuve al ver el labial que Lauren me había dado. El mismo color rojo que siempre se adueñaba de sus labios. Quise casi llorar al recordar la primera noche que su belleza exótica me había deslumbrado. Me detuve, no tenía que llorar. No esa noche.

Dinah llegó pocos minutos después de que Ally y yo hubiésemos estado listas para salir. Se veía espectacular. Dios santo. El cuerpo curvilíneo de Dinah me llamado al instante la atención. Con ese entallado vestido azul, sus pechos resaltaban, al igual que su culo. La miré descaradamente, igual que ella lo hizo conmigo. Estaba consciente de que le gustaba, y ella me atraía bastante en un ambiente sexual, físico. En cambio Lauren me atraía en todos los sentidos, y eso era peor.

- Te ves hermosa. - dijimos las dos casi al mismo tiempo y reímos en unísono. -

- Lo digo enserio. - me dijo Dinah aclarando su punto.

- Yo también lo digo enserio.

- ¿Y tu chica? Jauregui.

- Creo que ya no es más mi chica.

- Siento eso. - dijo y estuve a punto de asentir cuando la escuché nuevamente. - La verdad no... no lo siento. Creo que mereces a alguien mejor que a ella. La conozco y sé que no es buena para ti.

- ¿La conoces? ¿Cómo?

- Es decir... no muy a fondo, pero he escuchado cosas de ella. Bastantes para ser honesta.

- ¿Te gustaría decirme qué cosas?

- No. La verdad me gustaría más que ya nos fuéramos al pub.

- De acuerdo. – asentí ante aquello, debería de dejar de Lauren pero aún estaba muy resentida, no había pasado ni un día.

Ally ya estaba preparada para irnos. Se veía hermosa. Era casi gracioso porque Ally era tan pequeña y Dinah tan alta que la diferencia de estaturas era totalmente notable.

Troy lucía como siempre. Apenas si se había duchado. Y es que los chicos casi no tenían que apurarse por buscar un vestido o unos zapatos que combinaran. Podían casi usar cualquier cosa. Eso era muy molesto.

Dinah se ofreció a llevarnos en su auto. Yo acepté pero Ally no estaba muy segura, aunque cuando vio que su novio opinaba exactamente como yo, accedió sin más dudas. Yo me fui en el asiento de copiloto tras haberlo apostado con Troy en un justo papel y tijeras. Y bueno, roca. Yo gané con dos tijeras y un papel, aniquilando a Troy. Ally su burló de él durante todo el camino y como mi amigo estaba tan acostumbrado a mi mejor amiga sólo se reía. Ambos tenían la relación más linda y tierna que pudiera existir y es que la verdad Ally merecía a alguien así como él. Estaban hechos el uno para el otro.

Llegamos finalmente al lugar en el cual había conocido a la chica que se seguía adueñando de cada uno de mis pensamientos. Era triste pensarla. Aparte de todo el resentimiento que se había formado en mis sentimientos contra ella, la tristeza era la que más sobresalía. Me dolía no saberla mía. Y que tal vez nuestra relación jamás sería lo que yo quería, lo que necesitaba. Algo serio. Y tal vez Lauren había tenido razón cuando me dijo que lo que yo quería en mi vida era una familia propia. Hijos, principalmente. Pero la verdad era que yo no consideraba hacer mi vida con alguien que no fuera ella. Lauren era la única mujer con la que yo moría por tener una vida, y tal vez sin ella no podría tenerla.