UNDRESSED {Camren}

C U A R E N T A Y S I E T E

  - Me gustaría conocer a tu familia. - dijo de repente mi chica de ojos verdes mientras pasaba con fuerza el cepillo dental en mi dentadura. Mi mano se detuvo y la miré por reflejo en el espejo. Se veía seria.

Mi familia. La palabra resonó con fuerza en mi cabeza una y otra vez. Yo no podría llevar a Lauren a con mis padres. Primero la matarían a ella y finalmente a mí. Sería un grande paso si me decidiera a hacerlo.

- ¿Estás jugando?

- ¿Parece que estoy jugando?

- No, en lo absoluto... de hecho te ves más seria que nunca pero... Lauren yo no puedo llevarte con mi familia.

- ¿Por qué demonios no?

- Me asusta mi familia, Lauren... ya te había dicho cuando comenzamos a salir... ellos son tan jodidamente conservadores.

- ¿Estás dispuesta a renunciar a tu familia? ¿A tu mamá, a tu padre y a tu hermana? - me enjuagué la boca, quitando los residuos de dentrifico de mi boca. Era casi repulsivo, pero a Lauren parecía no importarle, porque su vista seguía mi dirección.

- ¿A qué viene eso?

- Que vas a formar una familia conmigo, pero mierda, Camila. Si tenemos un hijo o una hija, ¿lo vas a ocultar de tus padres?

- ¡Claro que no!

- Ya, entonces cuando te pregunten quién hizo ese hijo contigo, ¿qué les dirás? - me dio un vuelco el corazón, porque la verdad era que Lauren tenía razón y no tenía idea de qué haría.

Yo estaba jodidamente emocionada por estar toda mi vida con Lauren, y desde que las cosas iban tan bien, mi familia no sería quién lo destruiria, no los dejaría.

- ¿Podemos ir solo a dormir y ya?

- Mañana hablaremos de esto. – yo no quería hablar de eso ni mañana ni nunca.

Tras apagar las luces, Lauren y yo fuimos a la cama. Ella estaba enfadada, y lo sabía porque todos los días se acurrucaba en mí, en un fuerte abrazo, como si fuera su refugio, y este día estaba siendo la excepción.

Escuché una pesada respiración a lado mío y sonreí al saber que finalmente estaba dormida. Ahora fui yo quien se acercó a ella y la abracé fuertemente enredando mis piernas entre las suyas como si fueran ramas de árboles, y di un beso a su pálida mejilla.

- Te amo aunque estés enfadada...

Terminé durmiendo mejor de lo que esperaba. La noche había pasado como un suspiro, pues la mañana llegó más rápido de lo que pensaba. Lauren tenía tanto tiempo sin haber trabajado en los negocios de su padre, desde lo de su secuestro, que no sabía cómo demonios seguía teniendo el mismo dinero. Tal vez era porque ella era la niña de los ojos de Mike, aunque Taylor igualmente parecía bastante consentida.

Al despertar me di cuenta de que las posiciones habían cambiado durante el trascurso de la noche, porque Lauren ahora era la que me tenía abrazada a su cuerpo, y su cabeza estaba entre mi cuello. No me quería mover, no quería despertarla así que me quedé un rato disfrutando de esa cercanía que en un momento jamás pensé podría tener con una persona tan problemática como Lauren.

Al poco rato, sentí su respiración normalizarse y me di cuenta de que estaba despierta, pero para evitar que me dejara en la cama, cerré los ojos para que pensara que estuviera dormida.

Su mano se comenzó a deslizar y quise quejarme porque me dejara de abrazar, pero me detuve cuando me di cuenta de que haría todo lo contrario. Acercarme más, pues su mano bajó hacia mis pechos. Oh, no llevaba sostén. ¿Y quién se ponía uno para dormir? Porque al menos yo jamás. Ni siquiera lo necesitaba, mis tetas jamás habían sido grandes así que si usaba o no sostén, era lo mismo.