Camila's POV
Lauren había seguido insistido por lo últimos meses lo mucho que deseaba formar una familia conmigo. Yo, queriendo siempre lo mejor para ella, había decidido llevar a cabo su deseo, según ella, el mayor que siempre había tenido. Habíamos estado yendo a continuas citas médicas con la doctora con la que Lauren me había llevado, ya que según ella, no dejaría que nadie me viera si no era la doctora Salvetti, y realmente no tenía problema con eso, lo único que quería era poder formar mi propia familia con la mujer que tanto amaba.
Los procesos de la operación no eran exactamente complicados. A Lauren y a mí nos habían prestado un álbum de fotos que servía decía la doctora para que nosotros eligiéramos uno de los donadores. Había desde chicos guapos hasta unos más que feos, pero igual así, ninguno nos convenció y nos asustaba pensar en que probablemente alguien de ellos llevaría una enfermedad hereditaria, y eso no era algo que nos encantara.
Salimos del consultorio sin una opción en mente, hasta que yo pensé en una, la cual no sabía si Lauren sería capaz de aceptar. Chris. Chris podría donar, ¿o no? Que al menos yo supiera, él jamás había tenido ninguno de ese tipo de problemas y la chica de ojos verdes no había mencionado nada de esa naturaleza. Esperaba que a Lauren se le ocurriera esa misma idea, y me la dijera, para yo no tomar ningún crédito de ella. Que ella fuera quien la pensara, y así no hacer problemas de celos, o algo parecido.
Pasaron dos semanas largas en las que casi habíamos evitado el tema del bebé, Lauren parecía un poco molesta, incluso conmigo y se estaba tornando todo bastante feo. No tenía idea de si se volvería a tranquilizar todo porque como estaba se veía difícil. Se enojaba por todo. Si hablaba, se enojaba. Si no lo hacía, se enojaba. Si comía, se enojaba y si no lo hacía se enojaba más.
- Estás insoportable estos días. - le solté ahora enfadada yo mientras ella estaba haciendo corajes porque le había puesto más azúcar a su café confundiéndolo con el mío. Odiaba que me tratara de esa forma, era como si me odiara de repente y no me tolerara.
- Porque eres estúpida, Camila. - siempre había sabido que yo no era la persona más lista, y de ambas, Lauren siempre había sido más inteligente. Pero el que me lo dijera con ese tono de voz me hizo el corazón doler, y me fui de ahí, antes habiendo tirado su café y el mío por el resumidero. Se lo merecía. Fui corriendo hacia nuestra habitación y azoté la puerta como una adolescente. Muy dentro de mí, o tal vez no tan dentro, lo seguía siendo.
No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. No esperaba que me siguiera. Pero la verdad era que si lo esperaba.
Me puse el pijama, por primera vez en muchos días. Estaba acostumbrada a estar desnuda por las noches y la mayor parte del día, y la ropa comenzaba a molestarme, pero decidí conservarla de igual manera. Me quedé dormida batallando mucho, con los audífonos puestos a todo volumen. Cuando me los quité me di cuenta de que eran las tres de la mañana. Tenía más tiempo para dormir y eso me encantaba. Me di la vuelta para ver si Lauren estaba ahí y no, no lo estaba. Me levanté instantáneamente y me puse las pantuflas para buscar por ella. Bajé hacia la sala y me di cuenta de que estaba ahí, acostada con unas colillas de cigarros tiradas por el piso y una buena cantidad de botellas de cerveza. Asqueroso, pensé. Que lo hiciéramos juntas, era increíble. Que lo hiciera ella sola, como un alcohólico era casi repugnante. Cuando la vi ahí tirada me sentí decepcionada, no podía creer que hubiera vuelto a los vicios.
La levanté del sillón bastante molesta e hice que se despertara. Como era obvio, seguía borracha con un aliento desagradable. ¿Qué le había pasado a mi Lauren?
- Hola, Camz. - me dijo oliendo pésimo.
- Tienes que ir a tomar una ducha ya.
- Pero es tarde y tengo frío.
- Eso lo hubieras pensado antes.
- Me baño si tú vienes conmigo, y me dejas abrir tus piernas para hacerte el amor.
- No. No vamos a hacer el amor.
- Quiero hacerlo.
- Estás loca, Lauren. Después de esto yo no sé qué mierdas va a pasar.
- ¿A qué te refieres con eso? - soltó una risita casi nerviosa. Yo no sabía ni siquiera lo que había dicho, pero sólo decidí callarme, no tenía mis sentimientos claros en aquel momento y no merecía la pena seguir hablando. - Dime, Camila - me insistió pero sólo me quedé callada y la cargué en mi hombro. Era tan delgada que no pesaba.
La llevé hacia el cuarto de baño y la comencé a desnudar para meterla con agua bastante fría esperando que se le quitara la borrachera. Soltó un grito fuerte que me hizo casi estremecer, sabía lo mucho que Lauren odiaba la temperatura fría y me dio un fuerte golpe, del cual intente zafarme en un intento errado.
Finalmente luego de unas muchas maldiciones, gritos y te odios de parte de Lauren como si fuera una niña pequeña, le puse ropa y la metí en la cama, una en la que yo no dormiría.
- ¿Dormirás aquí? - preguntó soñolienta.
- ¿Mereces que duerma contigo?
Suspiró y su expresión triste me hizo sentirme mal, pero no podía darle siempre lo que quisiera, no podía ser siempre lo que Lauren quería que fuera, y esta vez aunque sufriera yo también una consecuencia no le haría caso. No dormiría con ella.
- Quiero leche. - me dijo en un bostezo y suspire con fuerza.
- La leche y el alcohol no son una buena mezcla, Laur. - le dije, como si fuera su madre.
- Los besos y el alcohol lo son... - murmuró bajo tratando de jalar mi mano para hacerme caer en la cama.
No estaba dispuesta esta vez y antes de que me convenciera, me di la vuelta y caminé hacia la salida de nuestra habitación cerrando la puerta tras de mí. Era muy jodido saber que Lauren estaba volviendo a caer en lo mismos tipos de vicios.
Terminé por dormirme hasta aproximadamente las 10 a.m., una excelente hora. Los quejidos de Lauren me habían despertado, por si fuera poco. Caminé hacia la habitación y la miré casi sin poder moverse. Siendo malvada, fui hacia la ventana y abrí las cortinas para dejar entrar la luz del día. Su gruñido se dejó escuchar al instante.
- Espero que después de esta noche y después de esta puta resaca te des cuenta de que no voy a estar dispuesta a aguantar una borrachera más de tu parte, ningún vicio, Lauren. Ya pasé por esto con mi padre.
Sin hacerle mucho caso a sus demás quejas, caminé fuera de la habitación hasta la cocina para prepararme un café, unas tostadas con mermelada y mantequilla, junto a un huevo revuelto. Lo clásico y lo único que me salía semi bien. Para Lauren hice un café y una sopa de verduras, con salsa picante, sabiendo que eso le quitaría un poco la resaca, y el mal sabor de boca que tendría por el alcohol. La escuché bajar lentamente por las escaleras y fue para enredarme entre sus brazos, haciéndome tiernos mimos. No pude evitar sonreír ante aquello.
- Te amo, Camz... aunque estés enojada y no me quieras hablar bonito, te amo muchísimo...
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UNDRESSED {Camren}
ФанфикшнCamila conoce a Lauren Jauregui en un club nocturno, la atracción se hace presente desde el primer instante. Distintas problemáticas como que el hermano de Lauren, Chris, se enamora de Camila, y que Lauren sigue enamorada de una persona muerta inter...
