UNDRESSED {Camren}

T R E S

Desperté con un intenso dolor de cabeza que incluso podía asegurar que era una migraña. ¡Quería moriiiiiiir! Quería levantarme y tomar un gran vaso de jugo de naranja frío, casi helado. Me mareé cuando me intenté levantar de la cama por lo que decidí dejarme caer en ella nuevamente, gruñendo. Escuché ruidos en la cocina, llegando a la conclusión de que era Ally haciendo el desayuno para las dos. La amaba.

Tomé mi teléfono que estaba en el buró y lo revisé. Tenía mensajes de texto que me había enviado Chris y dos llamadas perdidas de Lauren. Joder, hubiera deseado haber podido contestar pero para esa hora yo estaba completamente dormida y en otro mundo. Resoplé y respondí a los mensajes de texto en los que Chris me invitaba a una segunda cita, que por supuesto ya no sería a ciegas, y sí, probablemente era una idea excelente, así que la planeamos para el próximo fin de semana.

Me puse mis pantuflas rosadas y caminé hacia la cocina para encontrarme con Ally, que lucía completamente tierna con su pijama. ¡Había hecho el desayuno como lo sospechaba! Me acerqué a ella y le di un beso en cada mejilla, abrazándola cariñosa. Era tan buena amiga.

- ¿Sabes que eres la mejor amiga de todas, cierto?

- Sí que lo sé. - me respondió sin un pelo de modestia, haciéndome soltar una carcajada. - ¿Quieres que te sirva? - asentí y me senté en la mesa, dejándome consentir por Ally, que sabía que no me sentía del todo bien por lo de anoche y todos mis comportamientos extraños.

- Gracias. - le dije cuando puso un plato justo enfrente de mí. Tostadas con mantequilla y mermelada, adornados con frutillas. Le di un mordisco cerrando los ojos y casi gemí de gusto al probarlos. Ally era una genial cocinera y ella lo sabía. - Wow, saben de maravilla. - Ally sonrió orgullosa de lo que había hecho y me sirvió una taza de café aparte.

- ¿Te gustó Chris? - me preguntó de repente mientras ambas desayunábamos.

- Bueno, es guapo y realmente fue agradable anoche. Es inteligente, divertido y patéticamente perfecto. - me di cuenta que de repente no había descrito a Chris, sino a su hermana. Qué cosa más loca.

- Me alegro mucho por eso Camila. Espero que ahora con él puedas darte otra oportunidad y dejar lo de Austin de una vez por todas. - giré los ojos y los sentí humedecerse al instante. ¿Por qué me tenía que haber recordado eso? Que hubiesen pasado casi dos años después de la partida de Austin no lo hacía menos doloroso. Seguía sintiéndose extraño.

- Ally, no hablemos de él, ¿quieres? - suspiré de repente y ella asintió seguramente arrepintiéndose de habérmelo recordado. Sabía que él había sido una parte dura en mi vida.

- ¿Te agradó tu tal vez y próximamente cuñada? - me reí negando con la cabeza por lo del papel de cuñada. Yo preferiría que Lauren fuera la novia. Espera, ¿qué? ¿Por qué había dicho aquello?

- Sí, Lauren me agradó demasiado. Ella es como una de esas personas con almas viejas que describen en los libros. – comencé a hablar. - Parece tan auténtica... habla sin pensar y se ríe de todo lo que digo incluso cuando esto es casi ofensivo. - recordé vagamente lo que le había preguntado la noche anterior sobre su sexualidad. Vaya, entonces sí recordaba cosas, en donde incluso la había cagado, tal vez no había bebido tan exageradamente.

- Es realmente divertida. - Ally sonrió y sentí de alguna forma como si eso fuera una bendición que nos daba para seguir a mí y a Lauren. Sacudí mi cabeza internamente, tratando de sacar esos pensamientos de ella.

Terminamos de desayunar y me levanté de mi silla para ir nuevamente a mi cama. ¡Floja! Me gritaba una y otra vez mi cerebro en contra de mi cansado cuerpo. Eran vacaciones de verano así que no tenía mucho que hacer más que relajarme. Tomé mi celular y me di cuenta de que estaba vibrando: era Lauren. ¡Ahhhhh! ¡Dios, Dios! ¡Tranquila, tranquila!