C U A R E N T A Y T R E S

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Lauren's POV

Era la quinta bofetada en el día de hoy. Estaba molesta, tenía furia dentro de mí, pero no podía expresarla. Simplemente porque estaba débil, me sentía desfallecer, casi morir. A un paso de darme por vencida. Mi estómago no se molestaba más en rugir porque sabía que a pesar de cualquier ruido que hiciera, la comida no llegaría. El dolor aun así estaba ahí.

Me sentía humillada. Las lágrimas estaban pegadas a mis ahora más delgadas mejillas. Dinah estaba disfrutando de mí de una manera lucrativa. Gozaba verme así, inferior a ella. Los primeros días eran más fáciles porque podía escupirle a su maquillada cara, pero en ese momento, no podía más, estaba sin fuerza. En cualquier día u hora me podría morir, y estaba aterrada.

- Hueles fatal, Lauren. ¿Crees que Camila te querría así? ¿Oliendo a drenaje? – su tono burlón me estaba llenando de rabia, haciendo mis entrañas arder en coraje.

Cuando me cuestionaba, muchas ocasiones solía quedarme callada sin producir ni un solo sonido, pero esa no era una de esas ocasiones. Si iba a terminar aquella perra italiana con mi vida, lo haría diciéndole antes todas las ideas que habitaban mi mente un poco retorcida.

- Camila me amaría aunque oliera a drenaje. En cambio, a ti no te amó ni porque usas un Chanel No. 5. – solté con la voz entrecortada, pausada. Sacando fuerzas para hablar desde lo más profundo de mi cuerpo, de mi alma. Dinah me observó con rabia. Me otorgó la sexta y séptima bofetada del día a pesar de que ella estaba consciente de que lo que antes había dicho era nada más y nada menos que la pura verdad. Camila estaba tan enamorada de mí como yo lo estaba de ella. Eso no cabía en la cabeza de Dinah, no podía aceptarlo. Era según Camila tan orgullosa y terca como yo, y el que yo fuera capaz de humillarla cuando la única humillada debía ser yo le hacía aborrecerme más, si es que eso era posible.

Dinah se fue dejándome sola, sin nadie con quién hablar, nadie que se asegurara de que me encontraba bien. Era de lo más aburrido por lo que no aguanté mucho tiempo despierta y me fui a otra galaxia, navegando entre sueños que en verdad, eran mi único consuelo. Eran mi único refugio, más cuando Camila se encontraba en ellos. Imaginaba que en cualquier momento ella llegaría por mí, me rescataría de ese puto infierno y me daría la oportunidad que yo quería mientras le repetía mil veces al oído que la amaba. Jamás creí encontrarme en una situación tan triste y desdichada, sin siquiera algo para comer, para beber. Estaba casi acabada. ¿Me estarían buscando? ¿A alguien aparte de Camila le importaría rescatarme?

Mis vagos pensamientos llegaban a ser sobre las cosas que había hecho en mi vida. Empecé desde mi infancia, con mi madre, con mi padre y mis dos hermanos menores. Todo el jodido mal que les causé, la mierda que provoqué. Era increíble que no me hubieran dejado sola luego de tanto. Era razonable que mi madre dejara de verme como su hija, con todo el miedo y sufrimiento que causé en su vida desde que había nacido. Mierda, mi familia hubiera vivido mejor sin mí. Sam hubiera vivido mejor sin mí, mi hermana, mi hermano, mis abuelos. Oh, Dios santo. Yo era la persona más egoísta, desgraciada y desdichada en el mundo.

En ese momento me hubiera gustado jamás conocer a Sam. Jamás haberle hecho daño a Chris, de mi hermano menor, al cual tendría que haber cuidado y protegido, y al contrario dañé con acciones fatales. Estaba arrepentida de un montón de cosas. Tal vez si Sam jamás se hubiera metido conmigo, si yo no me hubiera metido con ella, seguiría viva, a lado de mi hermano. Casados, ¿quién sabe? Con hijos, con una casa bonita en la playa, y sobre todo felices. Yo simplemente habría conocido a Camila para ser feliz con ella, decirle que la amaba desde el momento en que lo sentí, no haber esperado tanto. No la hubiera perdido por siete meses y todo habría sido diferente, no la habría dañado jamás.

UNDRESSED {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora