UNDRESSED {Camren}

C U A R E N T A Y O C H O

Entré al lugar donde se encontraban Sofía y Lauren. Suspiré con fuerza y con una sonrisa casi fingida las saludé. Lo que Taylor y yo habíamos hablado antes me había jodido bastante, ni cómo negarlo. El ver a Sofía a un lado de mi novia, - ¿era Lauren mi novia? - era algo raro, me recordó la noche en la que Sandra, la rubia con tetas gigantes había besado a Lauren, y esa no era una noche precisamente para recordar.

Le di la mano a Sofía y la saludé con un beso amable en la mejilla. Hubiera sido divertido recordarle esa noche a Lauren mediante un beso entre Sofía y yo. Reí para mis adentros al pensar cómo de enojada se pondría si llegara a pasar. No estaba dispuesta a perder todo lo que habíamos estado construyendo de todas formas.

Sofía parecía una pequeña muñeca de porcelana, tenía una cara jodidamente inocente y si no supiera en qué momentos de vida había estado con Lauren, pensaría que era igual que Ally, mi mejor amiga. Ally era la cosa más inocente y pequeña que había conocido en toda mi vida. Joder, cómo la extrañaba. Había estado al tanto de todo, pero eso no significaba que no la extrañara ver en persona.

- Tanto tiempo. - le dije a forma de saludo a la morena.

- Sí, bastante, bastante. - contestó con una sonrisa.

- ¿Puedo saber si he interrumpido una plática interesante? - reí y me senté en las piernas de Lauren, recargándome en ella mientras me abrazaba.

- Sofía vino con malas noticias...

- Sandra ha muerto. - me dijo de repente Sofía. Los ojos se me abrieron como platos y la boca se me comenzó a secar. Dios santo, esto parecía imposible. Que Sandra no me agradara, no significaba que hubiera algún día deseado que muriera, aunque tal vez en algún arranque de enojo, lo hubiera dicho, no era para nada verdad. Era jodidamente malo que alguien tan joven, y sinceramente también guapa hubiera perdido la vida.

- ¿Cómo sucedió? - le pregunté a Lauren, quien aún estaba en estado de shock.

- Sobredosis. - contestó casi sin poder mover bien la boca. Me molestaba un poco que Lauren estuviera así de mal por Sandra, aunque sonara bastante egoísta, por cierto.

- Sucedió ayer... yo estaba con ella.

- Se enteró de que habíamos vuelto... al parecer nadie le había dicho.

- Sandra vivió siempre enamorada de Lauren, Camila. Fue un amor ciego, siempre la necesitó.

- ¿Y tuvo una sobredosis por eso? ¿Por tu...? - me callé de repente en un momento, y me miró expectante por una continuación de una pregunta que había empezado.

Ambas chicas se quedaron calladas. Había cometido una estupidez, sabiendo todos los problemas que Lauren tenía siempre con su culpabilidad, sobre todo.

Volteé de repente a verla, y me di cuenta de que estaba comenzando a llorar. Puta madre, jamás tuve que abrir mi boca.

- Lauren yo... Dios, lo siento, nena. No quería decir eso...

- No es tu culpa... no estoy llorando por eso, Camila... Yo sé que soy culpable de lo de Sandra... - siguió secando sus lágrimas. - Sabía perfectamente lo que ella sentía por mí... y jamás la tomé enserio...

- No quiero sonar como idiota, pero me alegro que no lo hayas hecho, Lauren.

- Sí, sí... y no quiero decir que habría estado con ella... porque sería peor estarlo si no la quisiera... pero no lo sé, yo sólo jugaba con ella. Fui una estúpida. - me incliné y besé sus ojos mientras con mis dedos me ayudaba a limpiar sus lágrimas. Bajé mis besos a sus labios, sin importarme lo salado que sabían debido a las lágrimas.

- No fue tu culpa, Lauren...

- Sí, eso no fue lo que dijiste hace unos minutos. - me respondió Sofía. Había olvidado que estaba ahí con nosotras. Volteé a mirarla y giré los ojos poniéndolos en blanco para terminar enseñándole el dedo corazón.

Era horrible imaginar que de un instante para otro, una persona podía desaparecer del mundo. Simplemente irse para nunca jamás volver. Se me erizó la piel. Yo tenía un miedo tremendo a la muerte.

Lauren comenzó a quedarse más tranquila, y eso me parecía bastante bien. Sofía terminó siendo un gran apoyo, ya que me estaba ayudando a cuidarla. La de ojos verdes me pedía un tequila pero yo decidí no dárselo y a cambio le preparé un té ligero para que se durmiera.

- Tú eras muy amiga de Sandra, Sofía... y quiero que sepas que lo siento mucho, a pesar de mis problemas con ella.

- Sandra fue mi amiga desde niñas... estoy con el alma destrozada por dentro... - me dijo con un hilo de voz, uno que estaba a punto de romperse.

Sofía terminó quedándose con nosotras en el pequeño cuarto de huéspedes que tenía la casa de huéspedes. Ya, realmente irónico.

Volví a la cama con Lauren quien estaba aún tensa, pero no igual que antes. Me acurruqué a mi novia y la abracé en una posición de cuchara siendo yo ahora la que esta vez se encontraba atrás.

- Necesitas estar bien para nuestro próximo bebé... - a pesar de no estarla viendo, supe que estaba sonriendo.

Terminamos por quedarnos dormidas, ella encima de mi pecho, y eso no me molestó, me hacía sentirme bastante cómoda.

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